El FMI rebaja al 1,5% el crecimiento previsto para España, pero mantiene al país a la cabeza de la eurozona

La economía española crecerá un 1,5% en 2024. Una velocidad suficiente como para que el país ocupe de nuevo los puestos de cabeza de una eurozona renqueante.
La economía española crecerá un 1,5% en 2024. Una velocidad suficiente como para que el país ocupe de nuevo los puestos de cabeza de una eurozona renqueante.
La economía española crecerá un 1,5% en 2024. Una velocidad suficiente como para que el país ocupe de nuevo los puestos de cabeza de una eurozona renqueante.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante un encuentro empresarial en la sede de la patronal.
CARLOS LUJÁN / EP

La economía española crecerá un 1,5% en 2024. Una velocidad suficiente como para que el país ocupe de nuevo los puestos de cabeza de una eurozona renqueante, pero que se aleja cada vez más de las expectativas del Gobierno. Así se desprende de las proyecciones macroeconómicas para la economía mundial que ha publicado este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).

No obstante, la previsión del fondo monetario queda algo obsoleta tras conocerse que el crecimiento de la economía española en 2023 fue mayor de lo esperado. El PIB nacional aumentó un 2,5% el año pasado y aceleró un 0,6% en el trimestre final de 2023, el doble de lo que esperaba el consenso de los analistas. Las nuevas cifras de crecimiento dan a España un balón de oxígeno de al menos tres décimas más de PIB para 2024 en comparación con el escenario anterior

La institución con sede en Washington ha recortado en dos décimas la cifra de avance del PIB esperado para España respecto a su análisis de octubre del año pasado. Una rebaja en las expectativas de crecimiento que se ha extendido también a otros países del euro. El aumento del PIB previsto para 2024 se queda cinco décimas por debajo de la última previsión publicada por el Ejecutivo, que situaba el crecimiento en el 2% el pasado octubre. No obstante, el Gobierno está en pleno proceso de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que deben ir acompañados de una actualización del cuadro macroeconómico cuando se presente el anteproyecto.

La mayoría de analistas coinciden en que 2024 será un año de ralentización económica en el país, con un incremento del PIB que estará por debajo del 2,4% de 2023 certificado por el INE este mismo martes. No obstante, pese al enfriamiento de la actividad España será capaz, en principio, de superar a las grandes economías del euro un año más. El FMI prevé que el PIB alemán apenas repunte un 0,5% tras contraerse un 0,3% en 2023. El crecimiento esperado para Italia no es mucho mayor: la economía transalpina se expandirá un 0,7% mientras que la francesa lo hará un 1%. 

En 2025, la eurozona volverá a ganar tracción económica gracias al consumo y la normalización de los tipos de interés. Para España se espera un crecimiento del 2,1% el año que viene, que seguiría siendo superior al de Italia (1,1%), Alemania (1,6%) y Francia (1,7%). 

Menos nubes negras

Más allá del continente europeo, el fondo monetario ve la situación de la economía con algo más de optimismo que hace tres meses. "Las nubes están empezando a despejarse. La economía empieza el descenso hacia un aterrizaje suave, con una inflación en firme declive y un crecimiento que se mantiene", resume Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del fondo. En las economías avanzadas el crecimiento se acelerará gracias al tirón de EEUU y a pesar de la eurozona, donde las expectativas son ahora peores que hace tres meses. Además, se espera que la inflación se siga reduciendo en el 80% de los países del mundo este año.

El boom de la economía estadounidense, el tirón de los mercados emergentes y los estímulos fiscales adoptados por el gobierno chino han contribuido a mejorar las expectativas. Sin embargo, la actividad mundial seguirá todavía por debajo de la media anterior a la pandemia en un contexto en el que tomar prestado seguirá siendo caro por los tipos de interés y los países han acumulado miles de millones de deuda pública. 

Entre las fuerzas que podrían desbaratar esa mejoría, los economistas del fondo destacan las tensiones en el Mar Rojo —por donde circula el 11% del comercio mundial—, la persistencia de la inflación subyacente, la crisis inmobiliaria china o un proceso de ajuste fiscal demasiado rápido y bruco.

No demorar los ajustes fiscales

La pandemia y la epidemia inflacionaria han dejado las cuentas públicas de varios países en una situación complicada. Por ello, el FMI insta a los gobiernos a que no demoren los ajustes presupuestarios que, considera, serán necesarios para estar preparados ante futuras crisis. "Una política fiscal más laxa de lo necesario podría comportar un aumento temporal del crecimiento, so pena de un ajuste posterior más costoso", señala el informe. 

Los economistas del fondo advierten de que retirar los estímulos más despacio puede suponer mayor crecimiento a corto plazo, pero también podría "exacerbar la inflación", aumentar los costes de la deuda y requerir de "un ajuste más drástico" de la política económica que mermaría el crecimiento más adelante. Sin embargo, también advierten de los peligros de querer ajustar demasiado deprisa. "Un desplazamiento excesivamente brusco hacia las subidas de impuestos y los recortes de gasto podría reducirse en un crecimiento más lento del esperado en el corto plazo", sostienen.

El caso de España está condicionado por la vuelta de las reglas fiscales europeas en 2024, que obligarán al Gobierno a reducir el déficit público hasta el 3% del PIB. El Ejecutivo ya se ha comprometido a hacerlo y mantiene que lo cumplirá, pero cada vez son más los analistas que sitúan el desequilibrio presupuestario de España por encima de esa referencia. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento