El Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea ha confirmado este martes que se produjeron distintos intentos de injerencia rusa en las elecciones generales del 23 de julio, así como en comicios de otros países. Por ello, ha avisado del peligro que esto se repita en las próximas elecciones europeas, previstas para el próximo mes de junio.
Así lo recoge el organismo en su segundo informe sobre interferencia y manipulación extranjera en el que recopila numerosos casos identificados por sus servicios en distintas elecciones del mundo. En términos generales, la UE ha detectado hasta 750 casos de manipulación e interferencia extranjera durante 2023. Esto supone casi el doble de casos que el año anterior.
En cuanto a España, según explica el informe, se registraron 15 incidentes. Entre ellos, el Gobierno ruso, a través de Telegram, sugirió a sus audiencias una serie de canales vinculados a casos de desinformación rusa para estar al tanto de los comicios.
El bloque europeo avisa de que un hacker ruso dijo tener filtraciones de autoridades españolas, algo que para la UE sugiere la creación de documentos "para intimidar a opositores y degradar la imagen de España y Europa". Ante ello, recalca que pese a que "no afectaron al proceso electoral, sí podrían utilizarse para alimentar las dudas sobre la integridad del sistema".
Asimismo, la UE detectó que actores y canales recomendados por Rusia estuvieron implicados en una acción grupal en diferentes plataformas para difundir papeletas electorales españolas falsas con nombres de políticos rusos. Otro incidente registrado es la clonación de la página web de la Comunidad de Madrid en el que un mensaje alertaba de un posible ataque en colegios electorales.
Ucrania registró hasta 160 casos
En cuanto al resto de países, el bloque europeo señala que Ucrania sufrió 160 casos registrados de interferencias extranjeras. Le siguen Estados Unidos con 58. Por otro lado, Polonia con 33, Alemania, 31, y Francia con 25, fueron los Estados miembros de la UE más afectados.
Respecto a casos contra instituciones, la UE fue la diana del 19% de las interferencias contra organizaciones, seguida de la OTAN, 15%, y las Fuerzas Armadas ucranianas, 14%. También sufrieron ataques varios medios de comunicación y agencias de noticias.
Distintos tipos de amenazas
La diplomacia europea señala además distintos tipos de amenazas relativas a la manipulación en un contexto electoral. Para empezar, los actores malignos pueden querer controlar la información y fijar la agenda durante el periodo electoral.
Lo hacen a través de tácticas para desprestigiar a medios de comunicación, intentos de limitar la participación a través de promover la abstención o impulsar el voto nulo con información engañosa.
Otro incidente identificado por la UE es el intento de polarizar a la sociedad mediante el apoyo de algunas opciones o el ataque a posiciones políticas. Esto suele tener lugar a través de narrativas centradas en ataques personales o acusaciones falsas, así como teorías conspirativas. Entre estas tendencias también está la de atacar a la democracia como sistema político, insistiendo en la falta de garantías en el recuento, o dando alas a presuntas irregularidades.
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