La tranquila localidad de Montellano, un pueblo de apenas 7.000 habitantes situado en la Sierra Sur de Sevilla, despertó este lunes atónita con la noticia de la detención de uno de sus vecinos, un joven de 17 años de nacionalidad siria, que fue arrestado por su presunta vinculación con el terrorismo yihadista.

La operación, dirigida por la Audiencia Nacional, se desarrolló durante la noche del domingo y la madrugada del lunes por parte de una treintena de agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Comisaría General de Información, con un despliegue que incluyó el cierre de varias calles del municipio. El detenido, al parecer, llevaba varios meses siendo investigado por sus mensajes en redes sociales, y se sospecha que quisiera atentar contra el instituto de Montellano en el que estudiaba.

No en vano, el joven envió el domingo un mensaje a través de WhastApp a varios de sus compañeros de clase, en el que les alertaba de que "mañana [por este lunes] es el gran día". Ante ello, y pese al arresto, muchos padres de la localidad decidieron no enviar a sus hijos a clase, aunque desde el centro educativo se pidió a primera hora del lunes que todos acudiera como cualquier otro día.

Pese al carácter secreto de la investigación, que continúa abierta, el Ministerio del Interior, a través de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, ha aclarado que en el registro de la vivienda (en la calle Cuesta Bernardo), en la que el sospechoso residía con su madre y una hermana de diez años, no se encontraron armas, sin concretar más detalles, aunque fuentes de la investigación sí apuntan a la existencia de material con el que se podían fabricar bombas. También desmintió el Ministerio que fuera la madre quien denunció al hijo a la Guardia Civil, un rumor que estuvo circulando varias horas por la localidad.

"Una buena mujer"

El joven, su madre y su hermana, refugiados sirios, llegaron a Montellano hace dos años, aunque el sospechoso vivía a caballo entre el pueblo sevillano y Badajoz, donde reside su padre, separado de su mujer.

Según relataron algunos vecinos y el propio alcalde, Curro Gil, la familia ha estado "integrada" en la localidad desde el principio. El sospechoso, además de asistir a las clases de Secundaria, participaba en un talle llamado Proyecto Ribete, con complemento educativo para los jóvenes del pueblo, donde algún vecino relata que tuvo un altercado violento que no fue a más.

Su madre es costurera y "una buena mujer, que toma café con nosotras todas las tardes, es muy amable y sensata", relató otra vecina, opinión generalizada en la localidad. Por ello, apenas daban crédito a lo ocurrido. "Muchos de nosotros creíamos que podría tratarse de un asunto relacionado con las drogas", decían los vecinos.

Llamada a la tranquilidad

El primer edil insistió en que Montellano es un pueblo "tranquilo y acogedor, sin problemas ni de xenofobia ni de racismo". Y aseguró que, tras la detención, "no existe ningún riesgo" ni "peligro" para la población.

Por su parte, el portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, afirmó que la detención ha tenido lugar en un municipio "pequeño, alejado de la gran ciudad y sin aparente conexión con ninguna red de mayor envergadura". Si bien pidió "toda la cautela del mundo". "Vamos a ver qué sucede en las próximas horas, pero confianza en que tenemos un gran cuerpo de la Policía y de la Guardia Civil que hace muy bien su trabajo", concluyó.

El sospechoso pasará este martes a disposición judicial ante el juez de la Audiencia Nacional, donde ha sido trasladado junto a su madre, al ser este menor de edad, aunque no se descarta que ella también preste declaración.