Hubo un tiempo en Madrid donde caminar por las aceras era una auténtica prueba de obstáculos. Al mobiliario urbano habitual se sumó la proliferación de patinetes eléctricos de uso compartido, los cuales llegaron de la mano de seis empresas, lo que saturó las calles de Madrid y llevó a grandes problemas por estacionamiento indebido. En mayo de 2023, el Ayuntamiento redujo a tres las autorizaciones para operar en la ciudad para lograr una mejor convivencia entre los distintos actores que comparten la vía pública. Esta medida ha dado sus frutos y desde el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, cifran en un 50,6% la reducción de multas por patinetes mal aparcados, pasando de 94.927 sanciones en 2022 a 46.881 en 2023.

"El incumplimiento de la normativa de estacionamiento representaba una conducta problemática y creciente en la capital que urgía corregir", aseguran fuentes del Área de Movilidad a este diario. El nuevo modelo de autorizaciones ha limitado a 6.000 los patinetes que se pueden desplegar por la ciudad, 2.000 por compañía, lo que supone una reducción del 40 %. Lime, Dott y Tier fueron las empresas seleccionadas para operar en Madrid, ya que cuentan con desarrollos tecnológicos en sus aplicaciones que impiden circular por la acera.

Estas tres marcas también obligan a los clientes a aparcar en las zonas habilitadas en el distrito de Centro, mientras que en el resto de la ciudad, pueden estacionar fuera de las zonas habilitadas, siempre que no exista una plaza para motocicletas, ciclomotores, bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal (VMP) a menos de 50 metros. Además, no está permitido iniciar o finalizar el trayecto en calles de prioridad peatonal, en las aceras, ni en espacios peatonales contiguos a parques históricos como El Retiro. 

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Este efecto a la baja en los estacionamientos indebidos también se refleja en la suma de sanciones a bicicletas, motos y patinetes, que ha disminuido en un 47%, bajado de los 138.750 en 2022 a los 73.579 en 2023. Este mismo tipo de multas tan solo descendieron un 8% entre del año 2021 y 2022, cuando pasaron de 150.023 a 138.750. Si estas cifras se trasladan al mapa de la ciudad de Madrid, el mayor número de denuncias en el último año se han producido en los barrios de Recoletos (Distrito de Salamanca), Embajadores y Palacio (Distrito Centro). 

Desde el año 2021, el Ayuntamiento ha impulsado medidas para corregir los usos indebidos de vehículos de micromovilidad en la ciudad. En los últimos cuatro años, el número de horquillas de aparcamiento de estos vehículos ha aumentado 47,7%, pasando de 9.402 a 13.886. Otra de las acciones implicó a los controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que asumieron la función de multar a los patinetes, bicicletas y motocicletas de empresas de uso compartido. 

En paralelo, el Ayuntamiento endureció la normativa de estacionamiento a través de la modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS) en 2021. "Las aceras han de ser seguras para los peatones y, bajo esta premisa, el Ayuntamiento de Madrid necesitaba reforzar las labores de control sobre el estacionamiento de estos vehículos en lugares no permitidos por la OMS", explican desde el Área de Movilidad.

Esta modificación de la OMS estableció nuevos niveles de sanción para los patinetes mal aparcados, de tal modo que el importe de la denuncia será de 30 euros si se trata de un estacionamiento en un lugar no permitido o de forma antirreglamentaria; y de 60 euros si se trata de un anclaje antirreglamentario. Aunque el texto recoge que esto será así: "En general, y salvo que concurran circunstancias de especial peligrosidad o riesgo, según aprecie el agente de la autoridad que formule la denuncia".

La DGT exige un nuevo certificado para los patinetes

Con el objetivo de velar por la seguridad y la protección de los conductores de patinetes de uso personal, la Dirección General de Tráfico (DGT) establece desde este lunes, 22 de enero, una norma que limita la comercialización de estos vehículos de movilidad personal a aquellos que cuenten con un certificado. De este modo, buscan que los patinetes que se pongan a la venta cuenten con unas garantías de calidad y durabilidad mínimas.

Aquellos ciudadanos que quieran adquirir un VMP deberán consultar el listado de modelos que ya han sido certificados por la DGT y que cumplen con los requisitos exigidos en el Manual de características de los VMP, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado el 21 de enero de 2022.

Los nuevos patinetes deberán circular a una velocidad máxima de 25 km/h, a partir de la cual el motor dejará de impulsar al vehículo. También deberán disponer de un indicador de información visible en el que conste la velocidad a la que va y el nivel de batería. En relación con el sistema de frenado, deberán disponer de dos frenos independientes, con una desaceleración mínima de 3,5 metros por segundo.

Por otra parte, en al ámbito de visibilidad, los vehículos deberán estar equipados de catadióptricos frontales (blanco), en ambos laterales (blanco o color amarillo auto) y traseros (rojo). Además, la luz de freno deberá estar diferenciada o combinada con la luz trasera.