Logran reducir los tumores de vejiga con nanorrobots que transportan el fármaco hasta las células cancerígenas

Células cancerígenas.
Imagen microscópica de células cancerígenas.
Skeeze (Pixabay)
Células cancerígenas.

Una investigación liderada por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña, IBEC, ha logrado reducir en un 90% el tamaño de los tumores de vejiga con una sola dosis administrada por unos nanorrobots que transportan el fármaco por el interior el cuerpo hasta el tejido cancerígeno. La investigación, publicada en la revista Nature Nanotechnology, se ha realizado con ratones.

Esta investigación contrasta con los tratamientos actuales que implican la administración de fármacos directamente al interior de la vejiga. Este método ha demostrado buenas tasas de supervivencia, pero una eficacia terapéutica baja. Esta alternativa abre la puerta a nuevos tratamientos para el cáncer de vejiga que reduzcan el tiempo de hospitalización. De esta manera, se consigue un menor coste y una mayor comodidad para el paciente.

El cáncer de vejiga tiene una de las tasas de incidencia más elevadas del mundo y, a pesar de no tener una elevada mortalidad, casi la mitad de los tumores de vejiga vuelven a aparecer al cabo de 5 años. Así pues, se requiere una vigilancia continuada del paciente, con frecuentes visitas al hospital y la necesidad de repetir el tratamiento. Por tanto, el cáncer de vejiga es uno de los más costosos de curar.

Si se corrobora la eficacia de este tratamiento, los investigadores seguirán avanzando etapas para poder llegar pronto a los ensayos clínicos con humanos. El trabajo publicado por Nature Nanotechnology ha estado liderado por el IBEC y el CIC biomaGUNE de San Sebastián, y ha sido desarrollado con la colaboración del Instituto de Investigación Biomédica, IRB Barcelona, y de la Universitat Autònoma de Barcelona, UAB.

El profesor del IBEC, Samuel Sánchez, ha afirmado que “es un avance enorme porque puede implicar una revolución en cómo se trata este cáncer, que hasta ahora es de los más caros y más ineficientes, pero ahora disponemos de un vehículo para mejorar el transporte de fármacos". En este sentido, Sánchez ha explicado que un nanorrobot es "una esfera muy pequeña que hace de chasis y que para funcionar necesita propulsión".

En este caso, la propulsión se logra con unos "motores" que son enzimas de ureasa, una proteína que reacciona al entrar en contacto con la urea, presente en la orina, haciendo que la nanopartícula sea capaz de propulsarse. Estas diminutas nanomáquinas se impulsan con urea presente en la orina y se dirigen específicamente al tumor, atacándolo con el radioisótopo que transportan en su superficie.

Sánchez ha resumido este método señalando que los nanorrobots "llegan, penetran y tratan el tumor” con yodo radioactivo, un radioisótopo utilizado comúnmente para el tratamiento localizado de tumores. Tras esta primera experiencia en el uso de nanomotores para tratar cáncer de vejiga en animales, el próximo paso, en el que ya está trabajando este equipo, es estudiar si estos tumores vuelven a aparecer tras el nuevo tratamiento aplicado.

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