El aceite de oliva español cierra otra cosecha "raquítica" con las existencias más bajas en 40 años y la posibilidad de quedarse sin stock

Agricultura.- La estimación de la cosecha de aceite de oliva en España desciende un 25%, con 1,36 millones de toneladas
Cosecha de aceite de oliva en España.
DIPUTACIÓN DE MÁLAGA - Archivo
Agricultura.- La estimación de la cosecha de aceite de oliva en España desciende un 25%, con 1,36 millones de toneladas

La cosecha de diciembre era clave para determinar la situación del mercado del aceite de oliva en España. Los datos oficiales, publicados este jueves, confirman la catástrofe que se anticipaba. Con una producción de 321.000 toneladas, el sector olivarero denuncia que esta "raquítica" cosecha, por segundo año consecutivo, deja las existencias de aceite de oliva al nivel más bajo de los últimos 40 años. Y, lo que es peor, anticipan que España podría quedarse sin aceite de oliva "por primera vez en la historia" a fin de campaña, en el mes de septiembre.

"Ninguna sorpresa en los datos", dice Juan Luis Ávila, portavoz del olivar del sindicato COAG. "Nos vamos a quedar por debajo del aforo previsto". En efecto, el Ministerio de Agricultura había previsto una producción de aceite de oliva en España de 765.300 toneladas para la campaña 2023/24, un 15 % más que la anterior y un 34% por debajo de la media de las últimas cuatro temporadas. Sin embargo, la cosecha actual es todavía peor y difícilmente superará las 700.000 toneladas, lo que hace prever nuevas alzas en el altísimo precio que ya tiene el aceite de oliva. 

Desafío climático

Cristóbal Cano, portavoz del olivar del sindicato UPA, en declaraciones a 20minutos, valora que los datos de Agricultura "confirman lo que venimos anunciando, la compleja situación por la que pasa el sector". 

La sequía y las altas temperaturas en tiempos de floración han puesto en serias dificultades al olivar español, pero el desafío climático ha añadido un nuevo factor a la ecuación, para agravarla: la bajada del rendimiento graso de la aceituna, que es la cantidad de aceite que da la aceituna una vez recogida y molturada, el porcentaje de aceite que tiene. "Este año ronda el 18-20% y es menor que el de anteriores campañas, cuando el rendimiento graso era del 22-23%", informa Cano. 

"El retroceso de varios puntos del rendimiento graso, sumado a los pocos kilos cosechados, nos dice que la campaña es muy similar a la pasada. Si fue en 2022/23 de 660.000 toneladas, en 2023/24 no pasaremos de 700.000", confirma Cano, cuando todavía quedan algunas fincas, las menos, por terminar la recolección.

"No ha habido una situación de disponibilidad más baja en los últimos 40 años"

La debilidad del olivo se veía venir ya en octubre, cuando daba comienzo la cosecha. "Al comprobar el bajo rendimiento, el sector optó por dilatar la cosecha una semana para subir el porcentaje de aceite, pero no se consiguió el objetivo deseado. Así, la cosecha este año se ha generalizado en noviembre y diciembre. Lamentablemente en diciembre no ha llovido y por tanto no hemos tenido parones, por eso el grueso de la cosecha fue ese mes". Pero lo recolectado, 321.000 toneladas, sabe a poco y obliga a Cano valorar la recolección de esta campaña como "raquítica", el 50% de un año normal, que además llega cuando la disponibilidad de la cosecha de enlace, entre campañas, está a la mitad que otros años, en torno a las 200.000 toneladas.

Juan Luis Ávila, responsable del olivar de COAG, se fija precisamente en las escasísimas existencias de aceite de oliva. "Esto no tiene precedente. Con tan baja producción, y teniendo en cuenta el consumo actual, no ha habido una situación de disponibilidad más baja en los últimos 40 años".

Tras las dos cosechas más bajas de la historia reciente, las existencias rondan las 631.000 toneladas. "Al ritmo de salida del aceite en el mercado, 65.000 toneladas solo el mes pasado, nos podemos quedar por primera vez en la historia sin 'stock' al final de la campaña", sostiene Ávila.

Las ventas se mantienen, los precios suben

Los productores agradecen que el consumidor, a pesar de una subida de precios desorbitada, se mantenga fiel al aceite de oliva virgen. Para Cano, "el cliente está demostrando fidelidad, porque se tiene interiorizado que el aceite de oliva no tiene un sustituto. No hay ninguna grasa vegetal que se acerque en salud ni en versatilidad". 

El mercado no les abandona, celebran, pero el aceite seguirá subiendo. Una escalada que el Ministerio espera atenuar con la bajada del IVA del 5% al 0%, pactada en negociación parlamentaria por el Gobierno. Los sindicatos descartan, sin embargo, que haya especulación en la cadena de distribución y explican que los precios en los supermercados son cambiantes por la rotación del producto. 

"Los precios al inicio de la campaña (octubre) no eran los de ahora, lo que se compró a 7,5 entonces, hoy está a 9 euros. Ese lote de octubre se puede vender a 8,30 euros. Pero el que compres hoy a 9 euros no va a estar a 8 euros en el lineal. Si dentro de dos meses se vende en origen a 10,5 euros, se trasladará al precio final con el que se está comercializando". 

Aun así, los productores no se atreven a decir qué cotas puede alcanzar el precio del aceite. "Con precios tan altos, es muy difícil decirlo. Puede pasar que se vaya a una barbaridad o que se desestabilice el mercado y haya caída de precios", consideran en COAG.

A la larga, los productores confían en que llueva en primavera mucho "para que se recupere el campo y los embalses" y que se materialice el cambio de ciclo. Mientras, demandan ayudas a los olivareros que no han cogido absolutamente nada de cosecha en esta campaña. A medio plazo, piden medidas de calado como fidelizar agua del Guadalquivir al olivar andaluz si se quiere seguir siendo líder mundial en aceite de oliva.

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