Ascienden a 168 los muertos y a 300 los heridos por el terremoto de Japón

Los equipos de rescate realizan una operación en una casa derrumbada tras el terremoto.
Los equipos de rescate realizan una operación en una casa derrumbada tras el terremoto.
EFE/FRANCK ROBICHON
Los equipos de rescate realizan una operación en una casa derrumbada tras el terremoto.

Este lunes se cumple una semana del devastador terremoto del centro de Japón que ha dejado al menos 168 muertos y más de 300 de desaparecidos. Las tareas de búsqueda de víctimas y asistencia a los damnificados continúan obstaculizadas por la nieve y los daños en carreteras.

Las autoridades locales han ofrecido el último dato de fallecimientos confirmados por el terremoto de magnitud 7.6 que golpeó la prefectura de Ishikawa y anunciaron que otras 323 personas continúan en paradero desconocido.

La mayoría de los muertos se produjeron en las localidades de Wajima y Suzu, mientras que más de 500 personas resultaron heridas de diversa consideración.

Nieve y carreteras cortadas

El acceso por tierra al norte de la península de Noto, la zona más castigada por el terremoto, ha quedado prácticamente bloqueado por los numerosos cortes de carreteras dañadas por el seísmo y por los desprendimientos de roca, avalanchas de tierra, caída de postes, edificios y otras infraestructuras.

A ello se suma el frente de aire frío que esta dejando temperaturas bajo cero y nevadas de hasta 13 centímetros en la zona, lo que dificulta aún más el tráfico y eleva el riesgo de nuevos derrumbes y de hipotermia a las personas que se encuentran en hogares o centros de acogida sin electricidad ni agua corriente.

Además, durante los últimos días han continuado las réplicas del terremoto que, junto a las condiciones meteorológicas adversas, han provocado nuevos desplazamientos de tierra y más desperfectos en edificios o vías de transporte.

El ministerio de Transporte ha señalado que no sabe cuándo se podrá reanudar con normalidad el tráfico, lo que ha llevado a algunos expertos a criticar la tardanza de las autoridades en reparar infraestructuras clave para proveer suministros básicos a los afectados y para facilitar las tareas de rescate.

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, afirmó en la víspera que se hará "todo lo posible" para asistir a las personas en las "amplias áreas que continúan aisladas", y dijo que se contemplan medidas como el acceso a pie o por helicóptero por parte de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) de Japón.

Kishida también anunció que se designará al terremoto del centro de Japón como "desastre extraordinario", lo que permitirá un trato administrativo especial para los afectados a la hora de solicitar ayudas o procedimientos de todo tipo.

Gimnasios y hoteles para acoger a refugiados

Unas 28.000 personas continúan refugiadas en centros de evacuación temporales, mientras que hay cerca de 15.000 hogares sin agua corriente y más de 14.000 sin luz y más de 2.000 personas en Ishikawa continúan aisladas en 24 localidades debido a los destrozos en carreteras y caminos.

Esta situación ha llevado a las autoridades regionales a habilitar un nuevo centro de evacuación en un gimnasio público de la ciudad de Kanazawa, donde se han instalado más de 200 tiendas de campaña para acoger a ancianos, embarazadas y personas con necesidades especiales.

El Ejecutivo central también han pedido a hoteles y hostales tradicionales de la zona que ofrezcan alojamiento temporal a los refugiados, y se espera que en los próximos días sean trasladados allí los damnificados que se encuentren en situaciones más precarias.

El seísmo del pasado lunes ya es el más mortífero en Japón desde el de 2011, un temblor de 9 grados que provocó un tsunami que dejó más de 20.000 muertos y provocó el desastre nuclear de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

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