Las empresas españolas encaran 2024 con mejores expectativas que hace un año pese a la desaceleración prevista para el PIB

Cadena de montaje en una empresa de fabricación de automóviles en Galicia.
Una cadena de montaje en una empresa de fabricación de automóviles en Galicia.
EP
Cadena de montaje en una empresa de fabricación de automóviles en Galicia.

Las empresas españolas confían en la buena marcha de sus negocios en 2024. El optimismo es incluso mayor al mostrado en el arranque de 2023, a pesar de que las previsiones apuntan a una desaceleración del PIB en el nuevo ejercicio. Las expectativas no solo superan las de hace un año, sino que también mejoran el sentir general de Europa, según la Encuesta de Perspectivas Empresariales publicada este lunes por la Cámara de Comercio de España y elaborada en colaboración con Eurocámaras, que refleja una especial confianza en la evolución de las exportaciones y de las ventas nacionales.

El volumen de empresas que prevé un aumento en las exportaciones en 2024 es significativamente mayor al que augura una disminución. En concreto, la diferencia entre las más optimistas y las más pesimistas es de 35,2 puntos, un saldo neto que refleja buenas expectativas de cara a la evolución del comercio exterior. El dato es significativamente superior a la media europea, donde el saldo neto es de 4,3 puntos, es decir, la diferencia entre el porcentaje de empresas que prevé un aumento en las exportaciones y el que espera una disminución es mucho más reducida.

En lo que respecta a las ventas nacionales, las empresas españolas se muestran también más favorables a que se produzca un incremento del volumen de negocio a lo largo del año. El saldo neto es de 21,2 puntos, frente a los 7 puntos en los que se sitúa la media europea. Lo mismo ocurre con las expectativas sobre la evolución de la inversión y del empleo, aspectos para los que las empresas vaticinan más crecimientos que mermas en el nuevo año (el saldo es de 5,8 y 4,3 puntos respectivamente, mientras que la media europea cae a 0,6 y 3).

En todas las variables, las empresas españolas son más optimistas en sus previsiones para 2024 de lo que lo fueron en 2023, incluso a pesar de que se espera que frene el PIB. El Gobierno pronostica para este año un crecimiento económico del 2%, por debajo del 2,4% previsto para 2023. El Banco de España coincide en su estimación para el cierre del año pasado, pero rebaja el avance del PIB al 1,6% en 2024, una cifra cercana al 1,7% que augura la AIReF. Por tanto, existe consenso entre los analistas para vaticinar un menor crecimiento económico en 2024. De hecho, la desaceleración ya se notó a lo largo de 2023, que arrancó con un avance trimestral del 0,6% entre enero y marzo. Los últimos datos disponibles muestran una ralentización del crecimiento al 0,3% en el tercer trimestre.

No obstante, la Encuesta de Perspectivas Empresariales publicada este lunes por Cámara de Comercio recoge expectativas de las empresas que pueden o no cumplirse en función de la evolución real de la economía a lo largo del año -participaron en el estudio 2.098 empresas españolas y otras 40.000 del resto de Europa-. De hecho, según el informe, en 2023 la evolución de las exportaciones y de las ventas nacionales fue finalmente peor a lo que se esperaba al inicio del año. Las previsiones sí se cumplieron en el caso del empleo, mientras que la inversión se comportó mejor de lo que esperado. 

Por países, las empresas que más optimistas se muestran sobre la marcha de sus negocios de cara a 2024 son las turcas, con un saldo positivo que supera los 50 puntos. Las siguen las de Croacia, Montenegro y Portugal, todas ellas con saldos por encima de los 40 puntos. Lejos de esos niveles se mantienen los 16,6 puntos en los que se sitúa el saldo de confianza empresarial en España, aunque supera la media de la UE (3,7 puntos). Por debajo de ese umbral, hay seis países en los que las empresas creen que la situación empeorará este año. Las más pesimistas son las austriacas, seguidas por las eslovenas y las alemanas.

Principales obstáculos

En España, dos de cada tres empresas creen que el elemento que más condicionará su actividad este año será la evolución de los costes laborales, una proporción superior al 39,1% de la media europea. La entrada en 2024 ha supuesto un alza en las cotizaciones a la Seguridad Social, debido a que el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) ha crecido una décima hasta el 0,7%. También las bases máximas de cotización se han incrementado hasta los 4.720 euros mensuales, mientras que la subida del salario mínimo está todavía pendiente de negociación.

El segundo obstáculo señalado por las empresas para 2024 es la escasez de personal cualificado, un condicionante fundamental según el 42,6% de los negocios españoles encuestados (el 36,5% en Europa). Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España cerró el tercer trimestre de 2023 con un total de 155.797 puestos de trabajo sin cubrir. Este número de vacantes marcó un récord en la serie histórica, tras registrarse un crecimiento anual de 8,3%.

En cambio, la evolución del precio de la energía y de las materias primas preocupa en España a un 37,4% de las empresas, una proporción menor al 42,9% de negocios europeos que muestran inquietud al respecto. De hecho, las empresas españolas están este año menos alarmadas por el precio de la energía que en 2023, cuando un 62,2% de las compañías lo consideraba un condicionante fundamental para su actividad.

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