El empleo, 4 años después de la pandemia: uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo son en educación y sanidad

El paro se redujo en 27.375 personas en diciembre, mes en el que se crearon 30.000 puestos de trabajo.
La Seguridad Social ha ganado 1,6 millones de afiliados desde la irrupción de la pandemia en febrero de 2020.
JESÚS HELLÍN / EP
El paro se redujo en 27.375 personas en diciembre, mes en el que se crearon 30.000 puestos de trabajo.

El mercado laboral se ha convertido en una inesperada fortaleza de la economía española después de la pandemia. España se ha caracterizado por expulsar a millones de trabajadores cuando las cosas vienen mal dadas, algo que al final termina por agravar las crisis. Sin embargo, en estos últimos cuatro años, el mercado laboral se ha recuperado a gran velocidad y ha sumado 1,6 millones de puestos de trabajo respecto a los niveles prepandemia. Una cifra menor a la del cuatrienio anterior (2015-2019) —cuando se crearon 2,7 millones de empleo—, pero que se produce en un contexto muy diferente: después de una pandemia que hundió la economía y con una guerra en Europa.

El auge en el mercado de trabajo ha estado impulsado en buena parte por dos sectores con importante presencia del empleo público. Una cuarta parte del aumento en la afiliación a la Seguridad Social desde febrero de 2020 procede de la sanidad y la educación. Dos actividades que se reforzaron durante la crisis coronavírica, pero que han seguido mostrando un fuerte dinamismo también en 2023.

La educación y la sanidad han aumentado su fuerza laboral en 405.000 afiliados en comparación con febrero de 2020. Tras ellas aparece uno de los 'sospechosos habituales' del mercado laboral español: la hostelería. Los servicios de alojamiento y restauración incorporan 153.000 afiliados más, gracias a la recuperación total del turismo que no terminó de cerrarse hasta 2023. 

Sin embargo, a nivel sectorial, una de las mejores noticias para el empleo es el boom que ha experimentado la consultoría y la programación informática. Esta actividad, de alto valor añadido para la economía, ha sumado 125.500 nuevos afiliados, un incremento que, en términos relativos (sube un 36%) es el mayor de toda la economía española. También crecen con fuerza las actividades de servicios sociales, la categoría donde se contabilizan a los trabajadores que cuidan a mayores, personas con discapacidad y niños. Esta actividad 85.400 nuevos afiliados desde la llegada del coronavirus.

Los protagonistas: mujeres, 'boomers', extranjeros y jóvenes

En estos casi cuatro años, el repunte del empleo ha estado protagonizado por ciertos colectivos que han contribuido especialmente al crecimiento. Si tuviéramos que hacer un retrato robot del trabajador protagonista de ese aumento del empleo sería probablemente el de una mujer española  mayor de 54 años empleada en el sector privado con un contrato indefinido a tiempo completo en una de las cuatro comunidades autónomas más pobladas del país.

De los 1,6 millones de afiliados incorporados en estos cuatro años, el 55% fueron mujeres. En cuanto a la edad, el empleo creció en todos los grupos etarios salvo en la población entre 35 y 44 años, donde la afiliación se redujo en 355.000 trabajadores. El grupo donde más nuevos puestos de trabajo se crearon fue el de los mayores de 55 años, con un alza de la afiliación aumentó en 790.000 personas. Sin embargo, en términos relativos, llama la atención la mejoría en el empleo de los menores de 24 años, con un repunte del 29% en cuatro años. Actualmente hay 300.000 menores de 24 años más trabajando que cuando llegó la pandemia, una cifra que tiene mucho que ver con que el desempleo juvenil esté en mínimos históricos.

Estos últimos cuatro años no han sido particularmente buenos para el colectivo de los autónomos. El empleo en este colectivo apenas ha aumentado en 86.500 afiliados, la mayoría en servicios personales como peluquería y gimnasios, construcción, sanidad y publicidad. El 94,6% del incremento en la afiliación es de trabajadores del régimen general.

Uno de los grandes protagonistas del mercado laboral en estos últimos cuatro años son los trabajadores extranjeros. Más de un tercio de los nuevos afiliados que se han incorporado a la Seguridad Social no son españoles. De hecho, este colectivo es, junto a los jóvenes, uno de los grupos donde más rápido ha crecido la afiliación en los últimos años. En este periodo se han incorporado 550.000 extranjeros al mercado laboral español. De ellos, la mitad son colombianos, venezolanos, marroquíes e italianos. Por contra, se reducen los afiliados rumanos, bolivianos, búlgaros o los británicos.  

Si nos fijamos en el mapa de España, se observa que el 41% del empleo que se ha creado tiene origen en Madrid y Cataluña, dos de las comunidades económicamente más pujantes y pobladas del país. Sin embargo, cuando se analiza cómo ha evolucionado el empleo en cada comunidad en términos relativos, la imagen cambia radicalmente. Madrid, Canarias y la Comunidad Valenciana son los territorios donde más se ha incrementado la afiliación en términos porcentuales. En estas tres comunidades, la subida ronda o supera el 10%. La otra cara de la moneda la encarnan País Vasco, Asturias, Cantabria o  Galicia, con aumentos del empleo inferiores al 5% en comparación con el nivel prepandemia. 

El peso del empleo público 

Una de las polémicas más destacadas sobre el mercado laboral tras la pandemia es el peso que ha tenido el empleo público en la creación de empleo durante estos años. El sector público fue prácticamente el único motor del empleo en 2020 y hasta bien entrado 2021. Sin embargo, ha ido perdiendo protagonismo a medida que la recuperación económica se iba consolidando, aunque la importancia que ha tenido este sector en el empleo en los últimos cuatro años es muy relevante. Tanto es así, que en este periodo la afiliación ha aumentado un 16% en el sector público, el doble que en el conjunto de los afiliados.

Una cuarta parte de los 1,6 millones de afiliados que ha sumado España desde febrero de 2020 son empleados públicos. Una cifra que es coherente con los fuertes incrementos en las contrataciones en educación y sanidad. De hecho, estas dos actividades suponen alrededor del 75% del incremento en la afiliación en el sector público. Además, el 70% del empleo público que se ha creado procede de la administración autonómica, que es la encargada de gestionar las competencias en educación y sanidad.  

Indefinidos y fijos discontinuos

Otra de las grandes polémicas que han rodeado al mercado de trabajo estos últimos años es el de los contratos fijos discontinuos. Este tipo de modalidad contractual —de carácter indefinido pero en la que solo se trabaja en determinados periodos de actividad a lo largo del año— ha sido objeto de reproches cruzados entre el Gobierno y la oposición.

Si se analizan las cifras, el número de afiliados con contratos fijos discontinuos ha aumentado un 140% en comparación con las cifras prepandemia. Sin embargo, su importancia en el mercado laboral sigue siendo secundaria. Apenas el 5,3% de los afiliados a la Seguridad Social en diciembre del año pasado tenían contratos fijos-discontinuos. Eso sí, este porcentaje ha crecido rápidamente desde el 2,4% prepandemia.  

Tras la entrada en vigor de la reforma laboral en 2022, la contratación indefinida ha registrado un auge muy importante. Desde febrero de 2020 hay 3,3 millones de afiliados más con contratos indefinidos, mientras que el balance de contratos temporales se ha reducido en 1,9 millones. Estos movimientos se han traducido en un incremento importante en el número de afiliados con contratos sin duración determinada. En diciembre del año pasado, el 77,7% de los asalariados tenía contrato indefinido, 14,1 puntos más que hace cuatro años. 

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