Los precios de la vivienda o los salarios echan el freno a la emancipación de los jóvenes de hoy que consiguen cobrar un sueldo medio con 34 años o lo que es lo mismo, siete años más tarde que sus padres, según indica un estudio de la Fundación BBVA-Ivie.
Según los datos aportados en la investigación, la generación que nació en 1955 logró cobrar el salario medio al cumplir los 27 años, mientras que la generación de 1985 no lo hizo hasta tener 34 años.
En la actualidad, los jóvenes que quieren independizarse no tienen "suficiente dinero para hacerlo" porque donde trabajan ganan sueldos modestos y tienen condiciones precarias por lo que "no sabes nunca hacia donde va a ir".
En cifras, más del 25% de los jóvenes trabaja a tiempo parcial, 12 puntos por encima del conjunto de la población, y su salario es un 35% más bajo que la media. A menor nivel educativo, peores son sus condiciones y más difícil es escalar a un estrato social más alto.
Estas condiciones contrastan con las generaciones anteriores, como la de sus padres: "Comparado con mi padre pues sí, es muy complicado llegar a donde estábamos antes", admite un joven.
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