Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Aclárense con Bildu

El diputado de EH Bildu, Joseba Asiron, celebra con simpatizantes convertirse en el nuevo alcalde tras la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona, este jueves.
El diputado de EH Bildu, Joseba Asiron, celebra con simpatizantes convertirse en el nuevo alcalde tras la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona, este jueves.
Jesús Diges / EFE
El diputado de EH Bildu, Joseba Asiron, celebra con simpatizantes convertirse en el nuevo alcalde tras la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona, este jueves.

Después de lo visto durante estos días en Pamplona, parece evidente que el titular de este artículo no es más que un deseo inocente y muy alejado de la realidad. Si los que deben aclararse con la legitimidad de Bildu son los políticos de los partidos mayoritarios, podemos esperar sentados. Parece que, por desgracia, ambos están cómodos en sus posiciones y sacan rédito de ello, mientras la coalición independentista sigue a lo suyo.

El PSOE se mueve en una ambigüedad bien calculada. En campaña electoral, ya lo hemos visto, reniega de Bildu, pero a la hora de la verdad, se deja llevar por la voluntad cambiante de su líder en Madrid. El PP también parece cómodo en un discurso de escándalo impostado, con un análisis superficial de la situación, sin una propuesta democrática firme y, como siempre, con problemas adolescentes de comunicación.

Qué debería hacer Bildu para dejar de ser sospechoso, tóxico y moralmente ilegítimo para convertirse en un actor más en la política real.

Todos sabemos que Bildu es legal, pero de ahí a la legitimidad democrática todavía queda un camino que transitar. Si los políticos de los partidos mayoritarios están cómodos en su papel, quizá los votantes debamos hacer una reflexión sobre la cuestión más evidente: qué debería hacer Bildu para dejar de ser sospechoso, tóxico y moralmente ilegítimo para convertirse en un actor más en la política real. Un acuerdo entre los grandes partidos sería un gran avance, pero no se dará. Se habla mucho de líneas rojas y de parar a la extrema derecha, pero de evitar lo visto el jueves en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona o las consecuencias de tantos años de terrorismo no se habla tanto.

Los políticos de los partidos mayoritarios podrían elaborar un listado de acciones para integrar a Bildu, pero no les interesa. Voy a proponer algunas que estarían bien para que, por lo menos, la gente de orden pueda pensar. Ahí van: sacar a los asesinos de las listas, quitar a los condenados por terrorismo de la actividad política, condenar conductas indecentes como llenar de pintura y mierda el pasado mes de octubre la tumba de un socialista -manda huevos- asesinado por ETA.

Sigo. Dejar de recibir a los asesinos como héroes en sus pueblos sería también un gesto interesante hacia la legitimidad. Ayudar a esclarecer un buen número de crímenes que siguen impunes y dar voz y presencia en el debate público a miembros más jóvenes de la coalición que no tengan que ver con Batasuna no estaría mal para aportar algo de aire fresco y de veracidad a un discurso que parece poco creíble. Siempre se habla de esto, pero está visto que en Bildu manda quien manda. Bildu necesita un cambio de cara, rostros más limpios, jóvenes y amables. A una determinada edad, cada uno tiene la cara que se merece.

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