Tras 51 años de carrera y 18 años presentado Informativos Telecinco, Pedro Piqueras se despidió este jueves definitivamente de la audiencia. El veterano periodista recordó a todos los compañeros que "le han enseñado este oficio" a lo largo de su dilatada trayectoria, que va desde el diario Pueblo y Radio Nacional hasta TVE, Antena 3 y Telecinco.
También le dio la bienvenida a Carlos Franganillo, su sustituto, a quien deseo una buena llegada. En ese momento, hizo mención a sus compañeros de informativos.
Ellos mismos fueron los que, minutos después, nada más apagarse los focos, las cámaras y salir del plató, le hicieron llorar de emoción. La sorpresa de todo el equipo apabulló a Piqueras, que no puedo contener las lágrimas en su despedida a la que ha sido su familia durante sus últimos 18 años de profesión.
Ahora, se abre un nuevo horizonte para el periodista, que tendrá más tiempo para dedicarle a sus pasiones, viajar y su familia, tal y como él ha manifestado. Precisamente de su familia habló el pasado marzo en Planeta Calleja, donde, más allá de su labor como periodista, Piqueras dio a conocer su faceta más íntima.
En ella tiene mucho que ver su papel como padre y también como pareja. "No sé si estás casado, si tienes hijos...", le planteó Jesús Calleja con cierta timidez, a lo que el periodista respondió: "No es no quiera que nadie sepa nada, intento proteger a las personas que están conmigo. Todos los que llevamos en esto mucho tiempo hemos establecido ese tipo de muro", argumentó.
"Yo estuve casado (se refería a Ana, la madre de su único hijo), y ahora tengo otro tipo de relación no matrimonial", señaló Piqueras, sin mencionar a Esther Barriga, su actual pareja, sin dar más detalles. "A mis amigos tampoco los conoce nadie, hablo de mis amigos de Albacete de toda la vida. A ellos ni les importa si soy o no conocido, si tengo un trabajo público o no público y hablamos de las mismas chorradas de siempre", se excusó.
Sobre la relación con su hijo, reconoció: "A mi hijo no le he criado, es verdad". Así, pasó a contar algunos detalles de sus horarios de trabajo que le impidieron la conciliación familiar: "Yo tenía el horario de madrugada y me levantaba a las ocho de la tarde para estar con él un rato, y me iba a las 11 de la noche a trabajar después de que él se hubiera acostado. Volvía a las 10 de la mañana".
Además, detalló una anécdota de aquella época: "Cuando estábamos haciendo una obra en casa porque se rompió una tubería, mi hijo le dijo al albañil: 'eso es trabajar y no como mi padre, que se pasa el día durmiendo'. Claro que te pierdes cosas, pero nunca me lo ha echado en cara. Tengo un hijo maravilloso", desveló.
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