Durante la rueda de prensa que dio este viernes en Moncloa la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, repitió dos veces la misma frase de forma consecutiva: "Hemos acordado una fórmula para que la Comisión Europea medie y verifique. Que la Comisión Europea medie y verifique". No fue casual, porque el Gobierno celebra lo que para ellos supone un gol en propia de Alberto Núñez Feijóo al proponer el presidente del PP un supervisor para las negociaciones con el Ejecutivo tras haber criticado la fórmula para las negociaciones entre el PSOE y Junts. Además, aseguran que han conseguido su propósito de que Feijóo renueve el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyos vocales llevan cinco años con el mandato caducado, sin que vaya aparejada una reforma del sistema de elección con la que los socialistas no están de acuerdo.
"Estamos encantados con el verificador... tenemos experiencia", decía ayer con cierta sorna uno de los colaboradores de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Otras fuentes creen que el hecho de que Feijóo pida una mediación internacional puede normalizar ese mecanismo, que es el que está siendo utilizado con las reuniones que el PSOE ha mantenido y mantendrá con el Junts de Carles Puigdemont, expresident de la Generalitat fugado de la Justicia, en Ginebra.
En la comparecencia que ofreció ayer el líder de la oposición en el Congreso tras verse con Sánchez, Feijóo se adelantó a las críticas y quiso defenderse. Apuntó que Gobierno y PP "ya están manteniendo regularmente reuniones por separado" con los comisarios responsables para abordar este tema, por lo que "se trataría de que esas reuniones se sigan celebrando, pero con las tres partes presentes". Además, apuntó que "equiparar la Comisión Europea a un mediador salvadoreño especializado en bandas armadas -en referencia al mediador que supervisa las conversaciones entre PSOE y Junts- es una falta de respeto".
No obstante, en Moncloa recuerdan las críticas de Feijóo a la figura del mediador, que también existirá en las negociaciones con ERC. Dicho esto, se ha preguntado con ironía si hacía falta un mediador para las conversaciones entre esas dos formaciones. "Vivimos en un esperpento valleinclanesco impropio de la España del siglo XXI", dijo a este respecto el líder del PP el pasado 5 de diciembre. También recuerdan cuando aseguró que era un "bochorno recurrir a la mediación extranjera entre compatriotas". "[Didier] Reynders o [Vera] Jourová no parecen apellidos españoles", responden con ironía en Moncloa, donde apuntan a que el PP podría proponer al comisario de Justicia o a la vicepresidenta de la Comisión Europea, ambos de su familia política, y podrían aceptarlo.
Eso sí, lo que Moncloa sigue -y parece que seguirá- sin aceptar es la condición de los populares de tramitar la reforma del sistema de elección de los vocales del CGPJ a la vez que se renueva el órgano de gobierno de los jueces. En la actualidad, los veinte vocales son elegidos por Congreso (10) y Senado (10) con una mayoría de tres quintos. Las asociaciones judiciales proponen listas de candidatos a los 12 vocales que son jueces o magistrados -y los partidos eligen-, mientras que los otros ocho vocales son juristas. Sin embargo, el PP propone que los 12 jueces sean elegidos por los jueces directamente, pero los socialistas se niegan.
En este sentido, fuentes del Gobierno insisten en que Bruselas ha priorizado antes la renovación que la reforma. Además, explican que podrían hablar de un nuevo sistema de elección, pero primero el PP "ha de cumplir con la Constitución".
El PP y el PSOE ya alcanzaron un acuerdo de renovación del CGPJ hace un año y medio en el que también se comprometían a cerrar un grupo de expertos que propusieran un nuevo sistema de elección. En Moncloa creen que ese acuerdo podría ser un buen punto de partida.
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