La primera fotografía del mundo se tomó entre 1826-1827 y muestra un paisaje deslucido desde la que era la ventana del científico e inventor Joseph Nicéphore Niépce, en su vivienda de Borgoña, Francia.
Tuvieron que pasar unos 20 años para que se tomara la que se considera la primera fotografía de un perro. Se trata de un daguerrotipo bautizado como ‘Caniche con lazo sobre la mesa’, datado en 1846.
La creación de imágenes a través del proceso de un daguerrotipo era extremadamente complicada, y requería tanto tiempo de exposición, que en sus inicios se utilizaba solo para capturar objetos inanimados o paisajes. Incluso cuando se mejoró la técnica inicial y las horas de exposición pasaron a convertirse en unos llevaderos minutos, se trataba de un servicio de pago que no se encontraba al acceso de cualquiera.
Lo que hace que esta primera fotografía cuyo único protagonista es el perro, sugiere que detrás hubo unos titulares que ahorraron para inmortalizarlo, y da una idea de lo querido que era para ellos. La fotografía original fue vendida en el año 2009 por Sotheby’s por más de 7.300 euros.
Otras fotografías de perros
Además de la foto de 1846, hay otras fotos tomadas de perros en la misma época que se disputan ser, si no la primera, sí estar entre las primeras imágenes de perros. Porque determinar con absoluta precisión cuál fue la primera fotografía resulta difícil. Es probable que aquellos entusiastas fotógrafos iniciales capturaran la imagen de sus perros u otros animales domésticos, y que se encuentran perdidas en viejos álbumes familiares o destruidas por numerosas razones.
Tenemos, por ejemplo, esta fotografía tomada por Louis-Auguste-Bisson, un fotógrafo francés, y fechada entre 1841-1849. La foto fue un regalo para la pintora Rosa Bonheur y actualmente se exhibe en el Museo Metropolitano del Arte de Nueva York.
En 1855, el fotógrafo Rufus Anson tomó este daguerrotipo en su estudio, de un perro de caza posando sobre una silla para un retrato.
Con la llegada de los estereografías, imágenes tridimensionales, a finales de la década de 1860, el proceso de documentar animales resultó mucho más cómodo y popular. Una de las colecciones más importantes del mundo son las estereografías realizadas por el fotógrafo Frank Haes en el zoológico de Londres. Como muestra de esta técnica, tenemos el ejemplo de este perro guardián, fotografiado por Deloss Barnum.
Hay estudios que revelan que el 20 por ciento de las fotos que tomamos con el teléfono móvil, son de nuestros perros, sensiblemente por encima de las fotos de vacaciones (15%) o de comida (6%). Un 11 por ciento de los titulares de perros les han creado una cuenta en redes sociales como Instagram. Casi tres personas de cada cinco, utilizan una foto de su perro de fondo de pantalla en el teléfono móvil o en el ordenador.
Muy cerca de alcanzar el doble centenario del invento de la fotografía, digitalizamos a los perros casi de forma compulsiva, porque nunca hay suficientes fotos de ellos.
Comentarios