El sector aéreo calcula que la supresión de vuelos cortos por el tren solo recortaría un 0,21% las emisiones de CO2 en el transporte

Puente aéreo de Iberia
Puente aéreo de Iberia
IBERIA
Puente aéreo de Iberia

El compromiso del Gobierno de impulsar la supresión de vuelos cortos para los que existan alternativas por ferrocarril supondría una reducción "marginal" de emisiones de CO2 a la atmósfera y desincentivaría otras vías más efectivas para la descarbonización del sector aéreo. Esta es la conclusión del informe que ha elaborado el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos (COIAE) sobre la eficiencia medioambiental de este punto del acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar, que arroja que la eliminación del puente aéreo Madrid-Barcelona y las rutas aéreas con tren en menos de tres y cuatro horas no contribuiría a recortar más del 1,07% las emisiones atribuibles a la aviación, el 0,21% al sector de los transportes y el 0,08% de las emisiones totales.

El estudio parte de datos de tráfico y de emisiones de CO2 en los años  2019 y 2022 para determinar si la medida comprometida por el Gobierno tendrá efectos reales hacia la descarbonización. Para ello, estudia el puente aéreo Madrid-Barcelona y las cifras de los otros doce vuelos que podrían cubrirse por tren en menos de tres y cuatro horas y que, según el programa de la coalición, también se suprimirían. Tiene en cuenta no sólo las emisiones de CO2 de los vueltos, sino también las que serían atribuibles al tren, no solo por circular, sino la que se emitieron o emitirán en la construcción de las infraestructuras. 

En total, la supresión de los vueltos cortos alteraría la manera de viajar de 4,8 millones de pasajeros que en 2022 tomaron un avión para cubrir estas rutas con transporte aéreo, que, según recuerda el informe, queda a mucha distancia del medio de transporte más contaminante, por carretera, aunque más que el ferrocarril. El transporte terrestre es responsable del 71,7% de las emisiones de este sector en Europa, seguido de la aviación (13,9%), el transporte marítimo (13,4%) y el ferrocarril (0,5%).

Rutas aéreas con alternativa de trayectos de tren de menos de tres y cuatro horas y evolución del número de pasajeros.
Rutas aéreas con alternativa de trayectos de tren de menos de tres y cuatro horas y evolución del número de pasajeros.
COIAE

Desde que se inauguró el AVE Madrid-Barcelona en 2008, alrededor de cuatro millones de pasajeros al año ya han abandonado la alternativa por avión, para recorrer un trazado de 627 kilómetros, 97 más que la ruta aérea, que sin embargo es más contaminante. Según datos de 2022, el puente áereo emitiría 105,2 kt CO2 y el AVE, 34,4. Esa diferencia de 70,8 ktCO2 supondría una reducción de las emisiones de aviación del 0.41%, un 0,08 en todo el sector del transporte y un 0,03% de todas las emisiones españolas. Afectaría a 12,6% de los vueltos peninsulares y el 2,4% de los vueltos domésticos.

En general y teniendo en cuenta todos los vueltos cortos que despegan y aterrizan en los aeropuertos de Barajas y El Prat, el volumen de operaciones potencialmente afectadas sería menos del 5% del total.

Tres y cuatro horas en tren

El cálculo que hace el COIAE de la reducción de emisiones si se suprimen las rutas con alternativa de menos de tres horas en tren tiene en cuenta también las ruta Madrid-Sevilla, Madrid-Málaga, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante y Barcelona-Valencia para determinar que el ahorro máximo de emisiones si se hicieran por tren sería de 118,9 ktCO2, lo que representa una reducción del 0,68% de las emisiones provocadas por la aviación en España, el 0,13% del sector transporte y el 0,05% del total. En este aso, se reduciría el 21,2% de los vueltos peninsulares y el 4% de los domésticos.

Si se toman en cuenta las rutas que pueden cubrirse en menos de cuatro horas de tren, se añaden a la lista los vuelos Madrid-Santiago de Compostela, Madrid-A Coruña, Madrid-Asturias, Madrid-Jerez de la Frontera, Madrid-Granada/Jaén, Madrid-Pamplona y Madrid-La Rioja. El recorte máximo de emisiones por ir en tren y no en avión sería de 186,2 ktCO2, que sería como recortar un 1,07% las emisiones de CO2 que ocasiona la aviación, el 0,21% el sector del transporte y el 0,08% el total.

"En nuestra opinión, y a la vista de los datos presentados, esta disyuntiva entre tren y avión a la hora de realizar un viaje parece ser una cuestión marginal a la hora de afrontar el desafío medioambiental del calentamiento global", afirma el COIAE, sobre un problema que es "complejo" y que "no se puede resolver con recetas sencillas".

En vista de los resultados del estudio del COIAE, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha considerado también que el efecto sería "residual". Su presidente, Javier Gándara, ha advertido de que "la sostenibilidad es un reto global y complejo que no admite soluciones simples y locales” y también ha recordado que la transferencia de pasajeros del avión al tren ya es una realidad en los tramos cortos, en los que el 80-90% de los usuarios prefiere el tren y solo un 10-20%, coger un avión. 

Residual en Austria y en Francia

Además, recuerda el resultado de intentos previos para sustituir el avión por el tren en algunos trayectos de los que bebe la propuesta del Gobierno español y que se centra en un rango de distancias de hasta 500 kilómetros. El primero fue Austria, que en 2020 condicionó el rescate de a su aerolínea de bandera a que eliminara vuelos en trayectos que pudieran hacerse en menos de tres horas de tren y que afectó principalmente a una ruta, la de Viena-Salzburgo, que empezó a ser operada por tren desde el propio aeropuerto.

Francia fue el ejemplo que tomó el Gobierno con una medida aprobada en mayo de este año que, con todas las excepciones, al final solo terminó afectando a cuatro rutas y está teniendo un impacto "minúsculo", solo equivalente a la reducción del 0,01% de las emisiones del transporte francés durante 2019.

Desincentivan el paso a combustibles ecológicos

Además de que los datos no parecen apuntar a una gran reducción de emisiones de CO2, el COIAE advierte de que la supresión de aviones en favor del tren como medida para luchar contra el cambio climático podría tener un efecto negativo en las vías que considera que sí conducirán de forma efectiva a la descarbonización de este sector.

Por una parte, cree que la supresión de vuelos cortos podría desincentivar la experimentación en la aviación con combustibles sostenibles de aviación, alternativos los fósiles, (SAF por sus siglas en inglés), como el hidrógeno renovable o incluso con baterías y pilas eléctricas porque es precisamente en estos trayectos de corto alcance donde se prevé que primero pueda entrar en servicio.

Por otra parte, pone en duda la sostenibilidad de trayectos en tren que con esta medida prevalecerían sobre el avión, teniendo en cuenta, dice el COIAE, que la reducción de emisiones de CO2 de un 0,08% que se lograría en el sector aéreo eliminando los vueltos con alternativa de menos de cuatro horas en tren es inferior a las emisiones de los ferrocarriles con locomotoras que todavía van a diésel en la red nacional.

Además de potenciar la investigación y el uso de combustibles sostenibles, el COIAE cree que hay otras medidas más efectivas medioambientalmente, como habilitar más enlaces tren-aeropuerto y billetes únicos intermodales. La ALA considera que "frente a prohibir o reducir" las rutas aéreas, "debe apostarse por aquellas medidas que sí descarbonizan y son positivas para la generación de riqueza y empleo”.

Gándara coincide con el COIAE en apostar por impulsar el uso del combustible sostenible y por una intermodalidad "real y efectiva" de tren y avión. "Conectar los principales aeropuertos con la Alta Velocidad, garantizando una conexión directa del AVE, sin transbordos, garantizando la capacidad y frecuencias suficientes".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento