El primer reglamento redactado por la Comunidad de Madrid para regular los servicios de alquiler de vehículos con conductor, las llamadas licencias VTC que tienen en empresas como Uber o Cabify sus buques insignia, está cerca convertirse en realidad. El Consejo de Gobierno ha solicitado este miércoles el dictamen de la norma a la comisión jurídico asesora y el Ejecutivo regional confía en que el informe llegue en las próximas semanas para aprobar definitivamente el texto y que pueda entrar en vigor a principios de 2024.
El texto que se ha elevado al Consejo difiere en algunas cuestiones con el que se sometió a consulta pública el pasado octubre. Una de las principales tiene que ver con el precio máximo que tendrán que pagar los usuarios por el servicio en días de alta demanda, que son aquellos en los que se celebran conciertos y otros eventos masivos de ocio en los que el número de usuarios se dispara.
En el primer borrador se establecía que el precio de los servicios en estas circunstancias no podría superar "el 50% sobre el precio base". Sin embargo, finalmente ha quedado establecido que las empresas podrán encarecer sus servicios hasta un máximo del 75% de la media del coste ordinario, esto es, casi la mitad de este precio base en días 'normales'.
Preguntado por este cambio, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha explicado que se ha acometido tras el periodo de información pública y que el Ejecutivo autonómico ha buscado "el equilibrio". "Lo que ha planteado la consejería es ese 75% con la idea de buscar un equilibrio entre la oferta y la demanda y, al mismo tiempo, entre los ciudadanos y las plataformas VTC", ha detallado.
Rodrigo ha explicado que los técnicos de su departamento han tenido la oportunidad de "debatir y tratar" estos aspectos durante el análisis de las alegaciones. "Alguna pidió más, otras menos... en Portugal es un 100% lo que se está utilizando", ha incidido. "Nosotros consideramos que, escuchando todas las alegaciones que se han presentado, ese 75% era equilibrado tanto para los madrileños como para el sector", ha zanjado.
El nuevo reglamento ordena otros aspectos más allá del precio. Por ejemplo, obliga a que las compañías de VTC pongan en marcha y sufraguen una línea telefónica de atención al cliente, que además deberá de estar adaptada mediante texto para personas con discapacidad auditiva, así como un medio accesible a través de internet.
Además, desde el 1 de enero de 2025, las compañías deberán circular con una proporción determinada de vehículos adaptados. En concreto, por cada diez coches uno deberá ser accesible para personas en silla de ruedas.
Igualmente, el reglamento incluye una nueva modalidad de viajes compartidos que podrá suscribir cada usuario por plaza y con pago individual y previo conocimiento del precio, en función del recorrido realizado. Según ha informado el Ejecutivo regional, con esta alternativa un viajero podrá contratar un servicio y a lo largo del trayecto podrán ir sumándose otras personas para recorrer el mismo itinerario o una parte, ya que se permitirán paradas intermedias de subida y bajada de clientes.
Prueba de idiomas
Al igual que sucede con los taxistas, cuyo nuevo reglamento también está próximo de entrar en vigor, los conductores de VTC deberán estar libres de condenas por delitos contra la libertad sexual y superar una prueba de conocimientos del idioma español, además de otras como conocimientos sobre el manejo de GPS, primeros auxilios y los lugares más importantes de la región, entre otros.
La normativa dará a estos conductores, que tendrán que acreditar la posesión de un permiso de conducir de la clase B con al menos dos años de antigüedad, un plazo de un año y medio para realizar estos exámenes. El plazo de 18 meses empezará a contar desde la entrada en vigor del reglamento y podrán seguir conduciendo durante ese periodo, aunque si lo sobrepasan sin haber superado los requisitos no se ajustarán a la legalidad vigente.
Pero el Ejecutivo regional ha regulado una excepción a estos requisitos: quedarán exentos de completar las pruebas de aptitud quienes a la entrada en vigor del reglamento lleven ejerciendo su labor profesional durante al menos un año de forma ininterrumpida o dos dentro de los cuatro años anteriores a la entrada del decreto.
Prohibición de la captación activa
Como ya sucede en la actualidad, los vehículos VTC tendrán prohibida la captación activa de clientes y no podrán estacionar en lugares como aeropuertos, estaciones de tren o autobuses o cualquier otro lugar donde haya una afluencia masiva de personas, sin estar previamente contratados, que es la condición sine qua non con la que tienen que funcionar.
Los coches deberán llevar siempre sus distintivos identificativos y no podrán ser decorados con publicidad que induzca a confusión con los taxis. En cuanto a la antigüedad de las flotas, las VTC deberán ser retiradas cuando hayan cumplido los 10 años en funcionamiento, a contar desde la primera matriculación, y tendrán que estar clasificados con el distintivo ambiental Cero Emisiones o ECO.
No obstante, los que tengan permiso cuando la norma entre en vigor y dispongan de etiqueta C podrán seguir prestando servicio con ese coche hasta diciembre de 2027, salvo que se sustituya antes, en cuyo caso, deberá cumplir con la clasificación Cero Emisiones o ECO.
En lo referente a las empresas, el reglamento de VTC establece que para obtener y mantener las autorizaciones deben contar, al menos, con un número de conductores igual al 75% de autorizaciones en alta. Asimismo, podrán disponer de los coches en régimen de propiedad o mediante alquiler bajo las figuras de renting o leasing.
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