El 41% de las empresas no cubre la ausencia de empleados por baja y el 43% opta por pagar horas extra ante los picos de trabajo

Una camarera limpia una mesa en la terraza de un bar en el centro de Bilbao (archivo).
Una camarera limpia una mesa en la terraza de un bar en el centro de Bilbao (archivo).
Europa Press
Una camarera limpia una mesa en la terraza de un bar en el centro de Bilbao (archivo).

Ajustar la plantilla al volumen de trabajo supone un desafío para muchas empresas a la hora de afrontar la falta de manos. Sin embargo, dos de cada cinco compañías reconocen que por regla general, salvo en casos excepcionales, no sustituyen la ausencia de empleados cuando un trabajador se queda de baja. Así se desprende de una encuesta publicada este martes por Adecco Outsourcing, que también apunta a que, cuando se producen picos puntuales de trabajo, la mayoría de empresas prefieren pagar horas extra en lugar de contratar más personal.

Apenas un 59,49% de las empresas aseguran cubrir las bajas de sus empleados con un refuerzo de personal, una proporción que se ha reducido más de cinco puntos con respecto a 2022, según el II Barómetro Adecco Outsourcing sobre productividad y eficiencia, elaborado a partir de una encuesta realizada a 2.039 directores y mandos intermedios de una treintena de sectores. En concreto, el 23,49% de los entrevistados afirma que su compañía sustituye siempre a los trabajadores de baja —una práctica especialmente frecuente en el sector de la alimentación y en hostelería—, mientras que el 36% señala que solo lo hace si la ausencia es por más de quince días. 

En cambio, un 40,51% de los encuestados reconoce que su empresa no cubre las ausencias por bajas temporales, salvo en ocasiones muy excepcionales. El director comercial de Adecco Outsourcing, Raúl Cortés, constata que esta proporción ha crecido más de cinco puntos en el último año, lo cual considera un "dato revelador" de la "cautela" de las organizaciones sobre la evolución del negocio y de "una cierta desconfianza" sobre el marco contractual fruto de la reforma laboral, así como una "medida de ahorro". 

"En el fondo de estos datos está también la constatación de que solo seis de cada diez directivos encuestados consideran que su empresa se adapta de forma óptima a las necesidades de flexibilidad del negocio", lamenta, apuntando a la existencia de un "amplio margen de mejora". Según la encuesta, el 57,68% de los entrevistados afirma que su empresa analiza el impacto total (directo e indirecto) de las bajas cuando se producen por accidentes de trabajo, una proporción que ha descendido respecto a 2022.

Además de la ausencia de trabajadores derivada de bajas temporales, otra situación problemática para muchas empresas son los picos puntuales de trabajo. El 43,16% de los encuestados señala que su compañía se decanta por afrontar esta circunstancia recurriendo a la realización de horas extra. Esta opción, que es la más extendida, ha ganado peso con respecto al año pasado, cuando el 40,51% de las empresas reconocían recurrir a ampliar las horas de trabajo de los empleados. 

"Un elemento para destacar es la dificultad que muchas empresas parecen estar experimentando en la gestión de la productividad en situaciones de picos de actividad", reflexiona Cortés. "Las organizaciones acuden al incremento de horas extra más que el año pasado, medida que a medio y largo plazo afecta al bienestar de los trabajadores, teniendo un efecto negativo sobre los índices de absentismo laboral", advierte.

En menor medida, el 30,65% de los entrevistados reconoce que su empresa prefiere contratar más personal para hacer frente a los picos de trabajo, ya sea directamente o a través de terceros, y un 29,19% confiesa recurrir a personal interno de otras áreas de la compañía previamente formado. Esta última alternativa ha perdido peso con respecto al año pasado, que era la preferida por el 29% de las empresas, prácticamente empatada con la ampliación de la plantilla mediante nuevas contrataciones.

Según el barómetro, la fórmula de las horas extra para sacar adelante el exceso de trabajo está especialmente extendida en las empresas que cuentan con menos de diez empleados, así como en los sectores de la distribución, la energía y la hostelería. No en vano, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el sector del transporte y almacenamiento es el segundo en el que una mayor proporción de trabajadores realizan horas extra, seguido por los de la hostelería y la energía.

La eficiencia del teletrabajo

En cómputo global, Adecco Outsourcing otorga un aprobado raspado a las empresas españolas en términos de productividad y eficiencia. El barómetro de la consultora califica ambos aspectos con 54,4 puntos sobre una escala de cien, una nota que ha empeorado respecto a la puntuación de hace un año.

Con el foco puesto exclusivamente en el teletrabajo, el 55,32% de los directivos encuestados cree que la productividad del trabajo en remoto depende mucho o bastante del tipo de ocupación desempeñada por el trabajador. En ese sentido, el 51,38% opina que las ocupaciones más idóneas para el teletrabajo tienen el mismo nivel de productividad cuando se hacen en remoto o de forma presencial. 

"Tanto por convicción de la empresa como por las expectativas de los equipos y sus efectos positivos en la conciliación, vamos hacia modelos de trabajo híbridos, acordando esquemas de trabajo a distancia diversos según los modelos productivos, el tamaño de empresa o el tipo de cultura de trabajo existente en cada organización", valora el director comercial de Adecco Outsourcing, que matiza que hay una parte del tejido empresarial español que todavía es reticente a la implantación del teletrabajo.

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