Último cartucho del Gobierno para lograr luz verde al uso de las lenguas cooficiales en la UE antes de terminar la presidencia española

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, comparece para informar sobre la situación en Gaza, Israel y Oriente Medio este martes, durante el pleno del Congreso en Madrid.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
MARISCAL / EFE
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, comparece para informar sobre la situación en Gaza, Israel y Oriente Medio este martes, durante el pleno del Congreso en Madrid.

España ha incluido la posibilidad de que el catalán, el gallego y el euskera se conviertan en lenguas oficiales de la UE en el orden del día del último Consejo de Asuntos Generales de su presidencia rotatoria, que tiene lugar este martes en Bruselas. Así lo han confirmado fuentes consultadas por 20minutos. Una reunión importante porque, posteriormente, el tema lo heredaría la presidencia belga a partir del 1 de enero, y dejaría de ser un asunto prioritario, como sí lo ha sido para España sobre todo en el contexto de las elecciones generales de 23 de julio. Las fuentes confirman, eso sí, que España "seguirá insistiendo" en la medida en el futuro puesto que no se espera una decisión firme de los 27 tras la cumbre de esta semana.

Este paso que llega solo unos días después de que la Comisión Europea publicara su análisis preeliminar sobre la medida, aunque el poder de decisión recae sobre los Estados miembros. "La Comisión ha concluido su evaluación preliminar de los costes de añadir el vasco, el catalán y el gallego al Reglamento nº 1/1958, que define las lenguas oficiales de la UE. Una vez que el Consejo tenga una posición formal sobre este asunto y las autoridades españolas hayan indicado su planteamiento sobre una serie de cuestiones tales como un régimen transitorio, la Comisión estaría en condiciones de presentar una ficha financiera completa en un proceso interinstitucional formal", explicó el Ejecutivo comunitario.

En este sentido, Bruselas calcula que el coste de la oficialidad de cada lengua es de 44 millones de euros, con un total de 132 millones. Un coste que, ateniendo a las posiciones del Gobierno, asumiría España "en su totalidad" llegado el caso. No obstante, muchos socios comunitarios han expresado sus dudas durante todo el debate sobre las implicaciones legales, económicas y administrativas hacer oficiales tres lenguas, sobre todo si se hace de forma simultánea. Ahora, las fuentes consultadas por este medio reconocen que si la presidencia belga hereda el asunto "este pasará a un segundo plano", por lo que será complicado de retomar en un futuro cercano.

"No es una cuestión de si la medida es adecuada o no, sino de qué hay que hacer correctamente para llevarla a cabo. Es una cuestión de ver la foto completa", comentaron hace algunas semanas fuentes consultadas por este medio, para aclarar que entre los Estados miembros "no hay un rechazo" al planteamiento del Gobierno, pero sí que se ha querido huir de cualquier prisa. Para algunas capitales el problema viene por los efectos que podría tener incorporar tres idiomas más de golpe mientras que otras consideran que la reforma necesaria es de demasiado calado como para abordarla "en poco tiempo".

De todos modos, ya hay precedentes en el uso de las lenguas cooficiales de España. "Independientemente del estatus legal de las lenguas oficiales de la UE, el Parlamento Europeo, en una resolución en diciembre de 1990, pidió que el catalán fuera una lengua de comunicación entre los ciudadanos y las instituciones europeas (no una lengua oficial)", recuerdan desde la Eurocámara. Siguiendo esta resolución, el Parlamento Europeo, a través de su oficina en Barcelona, utiliza el catalán como lengua de comunicación con los ciudadanos. La oficina utiliza el catalán en sus campañas informativas, publicaciones, comunicados de prensa, página web y redes sociales.

En el pasado se han dado pasos en este sentido, pero no tan ambiciosos como el que se pretende dar ahora. El año pasado ya el Gobierno español remitió al Parlamento Europeo una petición para que el catalán, euskera y gallego pudieran usarse en los plenos, y la situación se encuentra en espera a falta de un informe de los servicios jurídicos de la Eurocámara para ver la viabilidad teniendo el cuenta el día a día de la institución. Al similar sucedió en 2005 durante el Ejecutivo de Zapatero con una petición parecida para la firma de convenios. Entonces el Parlamento se quedó fuera por desacuerdo entre grupos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento