La inflación ha dado un respiro en noviembre al bolsillo de los españoles. Según el avance provisional difundido este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC se ha moderado tres décimas en el último mes hasta registrar una tasa de variación interanual del 3,2%, favorecido por el abaratamiento de los carburantes y la contención de las subidas en la alimentación.
La desaceleración de los precios anotada en noviembre supone una variación positiva del IPC respecto a la tasa interanual del 3,5% en la que el dato llevaba estancado dos meses, después de haber vuelto a las subidas en la segunda mitad de año desde el 1,9% registrado en junio. Esto quiere decir que, aunque los precios siguen subiendo, lo hacen a un ritmo más lento y lejos de los niveles de hace un año, cuando en noviembre de 2022 la inflación alcanzaba una tasa del 6,8%. Con respecto a octubre, los precios se han reducido un 0,4%.
"El dato adelantado del IPC de noviembre es una muy buena noticia", ha valorado la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que ha destacado que "los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas, competitividad". El dato de inflación de noviembre cierra el periodo con el que se calcula la subida de las pensiones contributivas para ajustarlas al IPC. De confirmarse el avance, el alza en 2024 sería de un 3,8%. También está actualmente sobre la mesa la subida del salario mínimo, que podría tomar como referencia la inflación, según apuntó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la semana pasada.
El INE atribuye la bajada de la inflación en noviembre a un descenso en el precio de los carburantes y de los paquetes turísticos, así como a un frenazo en las subidas de los alimentos, que se habrían encarecido en el último mes menos de lo que lo hicieron en noviembre de 2022. En cambio, el instituto estadístico apunta a que el comportamiento de la electricidad ha sido peor que el registrado un año antes, cuando su precio llegó a caer un 22,4%.
A la espera de conocer el desglose completo de los datos de inflación de noviembre por categorías de productos —que se publicará el 14 de diciembre junto a la lectura definitiva del índice general—, el IPC de los alimentos creció un 9,5% en octubre. Pese a que persiste muy por encima todavía del índice general, la inflación de estos productos de primera necesidad ha experimentado una pronunciada moderación en lo que va de año, después de tocar techo en febrero al llegar a una tasa del 16,6%.
IPC subyacente a la baja
La contención de los precios de los alimentos se ha reflejado en el comportamiento de la inflación subyacente, que es la que descuenta del cálculo el precio de la energía y de los alimentos no elaborados por su alta volatilidad. En concreto, el IPC subyacente ha frenado en noviembre al registrar una tasa de variación interanual del 4,5%, siete décimas por debajo del 5,2% anotado en octubre.
Se trata del cuarto mes consecutivo en el que la inflación subyacente modera su crecimiento. El índice ha registrado así su marca más baja en más de un año, desde que en abril de 2022 se situara en el 4,4%. Por aquel entonces el indicador se encontraba inmerso en una escalada que tocó techo en febrero de este año, al alcanzar una tasa interanual del 7,6%.
La inflación subyacente permite observar hasta qué punto el alza de precios se ha contagiado al conjunto de la economía, por lo que su moderación en los últimos meses es positiva. De hecho, es un indicador que se observa especialmente para calcular las previsiones económicas. Analistas como Funcas, por ejemplo, estiman que la inflación volverá a subir del 3,5% en el primer semestre de 2024. En ese sentido, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió el lunes de que la inflación repuntará en los próximos meses e insistió en que es pronto para "cantar victoria".
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