La pensión de jubilación es, junto a los planes de pensiones en algunos casos, los únicos ingresos de los que disponen los trabajadores jubilados para afrontar gastos y realizar proyectos tras su retiro. En ese sentido, hay que tener en cuenta que la pensión de jubilación es, a efectos fiscales, un rendimiento de trabajo, por lo que al igual que el salario, está sujeto a retenciones a cuenta del IRPF.
Tal y como explica el BBVA en su blog 'Jubilación de futuro', la pensión está sujeta a estas retenciones, y al igual que los rendimientos de trabajo, si se superan los límites establecidos, deberá presentarse obligatoriamente la Declaración de la Renta.
Estos son los pensionistas obligados a hacer la Renta
El mínimo exento de hacer la Declaración de la Renta en el caso de rendimientos del trabajo provenientes de un único pagador son 22.000 euros, una cuantía en la que se incluyen los receptores de la pensión de jubilación y otras prestaciones del Estado.
Quienes tengan, además de una pensión contributiva, un plan de pensiones privado por el que perciban una segunda pensión, a efectos fiscales, sería como si se tuvieran dos pagadores: en este caso, el mínimo exento se sitúa en los 15.000 euros anuales. También deberán presentar la Renta aquellos pensionistas que hayan obtenido rendimientos del capital mobiliario y/o ganancias patrimoniales superiores a 1.600 euros anuales.
Por otra parte, estarán exentos de tributar esas cantidades:
- Los perceptores de una pensión por incapacidad permanente absoluta y gran invalidez (del Estado o equivalentes)
- Las prestaciones por hijo a cargo o familiares no contributivas
- Las pensiones de orfandad, el auxilio por defunción
- Las prestaciones de víctimas del terrorismo
- Las anualidades por alimentos percibidas de los padres por decisión judicial
Cuánto se paga en impuestos por la pensión
La base liquidable del IRPF se establece en tramos de renta, a través de los cuales se calculan las retenciones a cuenta mensuales: estas retenciones permiten calcular las cantidades a pagar anualmente sin retenciones. Esas retenciones depende de varios factores, como el importe de la pensión o las circunstancias personales del pensionista.
Las retenciones deben incluirse en la renta, y si el importe es inferior a la cuota líquida del IRPF, la declaración de la Renta saldrá a pagar, y si fueran superiores, a devolver.
Según explican desde el BBVA, en líneas generales las retenciones mínimas para cada tramo a cuenta del IRPF son las siguientes:
- Hasta 12.000 euros anuales: tributación mínima de un 1%
- Entre 12.001 y 18.000 euros anuales: tributación mínima de un 2,61%
- Entre 18.001 y 24.000 euros anuales: tributación mínima de un 8,69%
- Entre 24.001 y 30.000 euros anuales: tributación mínima de un 11,83%
- Más de 30.001 euros anuales: tributación mínima de un 15,59%
El porcentaje final se aplica tras tener en cuenta las circunstancias personales del pensionista (estado civil, discapacidad o personas a cargo), en base a la escala de gravamen del IRPF:
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