Así se transmiten las bacterias conocimientos y recuerdos: ¿cómo heredan estrategias de infección y resistencia a los antibióticos?

E. coli bacteria. Computer illustration of Escherichia coli bacteria. E. coli is a rod- shaped bacterium (bacillus). Its cell membrane is covered in fine filaments called pili or fimbriae. Hair-like structures called flagella at the rear of each bacterium provide propulsion to make it move. E. coli is a normal component of the intestinal bacterial flora, but under certain conditions some strains can cause severe infections such as gastroenteritis.
E. coli bacteria.
Getty Images/Science Photo Libra
E. coli bacteria. Computer illustration of Escherichia coli bacteria. E. coli is a rod- shaped bacterium (bacillus). Its cell membrane is covered in fine filaments called pili or fimbriae. Hair-like structures called flagella at the rear of each bacterium provide propulsion to make it move. E. coli is a normal component of the intestinal bacterial flora, but under certain conditions some strains can cause severe infections such as gastroenteritis.

Las bacterias son capaces de transmitirse entre ellas conocimientos y estrategias de infección y resistencia a los antibióticos. Esto es algo que la ciencia ya sabía, la novedad llega ahora, tras la investigación liderada por científicos de la Universidad de Austin (Texas), en la que han descubierto que estas, utilizan el hierro de sus sistemas para almacenar los conocimientos.

Concretamente, la bacteria investigada ha sido la E.coli, que utiliza este elemento químico -el hierro- para crear y transmitir estos recuerdos a las generaciones posteriores. Pero, ¿cómo es posible que lo hagan si no tienen neuronas ni sistema nervioso?

Las bacterias guardan información como un ordenador

Estas bacterias, las E.Coli, aunque no poseen un cerebro en sentido estricto, tienen la habilidad de unirse a un colectivo -el protoenjambre-, que se comporta de forma dirigida para lograr su objetivo: moverse y sobrevivir. En la investigación, los biólogos descubrieron que, cuando millones de estas bacterias se agrupan, la siguiente generación mejora su rendimiento de movimiento. 

La clave está en los niveles de hierro, así, cuando no hay hierro, se activan las memorias de las bacterias, lo que les indica que deben formar un enjambre móvil para dirigirse a un área más favorable y asegurar su supervivencia. Estos recuerdos de hierro persisten durante al menos cuatro generaciones y desaparecen en la séptima generación.

"Las bacterias no tienen cerebro, pero pueden recopilar información de su entorno, y si se han encontrado con ese entorno con frecuencia, pueden almacenar esa información y acceder rápidamente a ella más tarde para su beneficio", explica Souvik Bhattacharyya, autor principal del estudio.

¿Cómo influye en la tolerancia a los antibióticos?

En la investigación, en la que realizaron más de 10.000 ensayos con enjambres de organismos unicelulares, los científicos descubrieron que las bacterias con tolerancia a los antibióticos también tenían niveles equilibrados de hierro. 

"Dado el papel central del hierro en el metabolismo celular, una memoria basada en hierro podría ofrecer la ventaja de proporcionar un centro que conecta varias respuestas al estrés, como la supervivencia de los antibióticos y las biopelículas” explican los autores.

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