El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha prometido impulsar el primer Pacto de Estado por las personas LGTBI si es investido este jueves en el Congreso de los Diputados. Lo hará, según ha aseverado, para hacer frente a los "recortes de derechos y libertades" que considera que se está produciendo en algunas comunidades gobernadas por la derecha, como la Comunidad de Madrid, donde se está tramitando la reforma exprés de dos leyes regionales de protección de los derechos LGTBI y las personas trans.
"En Madrid, han anunciado la derogación por trámite de urgencia de la ley LGTBI y el desmantelamiento de la red contra la LGTBIfobia. Todo este desmontaje legal implica el recorte de derechos y libertades. E implica algo más grave: hacer aún más vulnerable a quien ya se siente vulnerable. Hoy más que nunca es más necesario que nunca un Pacto de Estado por las personas LGTBI y el nuevo gobierno de coalición progresista se compromete a hacerlo", ha anunciado durante su intervención en el primer día del debate de investidura en la Cámara baja.
Un compromiso que asume, según ha defendido, ante las consecuencias del "pacto de la ignominia", en referencia a los pactos en los gobiernos autonómicos entre PP y Vox, que han modificado medidas relacionadas con la educación o la violencia de género en algunos territorios.
El Pacto de Estado contra la LGTBIfobia es, además, una exigencia que las organizaciones del colectivo llevan tiempo haciendo y que han pedido con especial fuerza tras la modificación de dos normas madrileñas de 2016 anunciada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para "dar mayor claridad y seguridad jurídica" y eliminar algunos aspectos vigentes como "la inversión de la carga de prueba".
Decisión que ha provocado el rechazo del colectivo LGTBI y de parte de la sociedad madrileña, y este lunes unos 1.200 manifestantes —según la Delegación del Gobierno— se congregaron ante la Puerta del Sol para exigir a la presidenta regional que retroceda las reformas de las leyes trans y LGTBI, al grito de "Ni un paso atrás".
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