Tras once días de intensas protestas contra la amnistía en las calles que rodean la sede socialista de Ferraz, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha cifrado este martes en 27.000 euros los daños que se han ocasionado al mobiliario de la zona. El regidor también se ha abierto a hablar con los comerciantes damnificados para ver "de qué manera se pueden paliar los perjuicios que se están causando".
"Es obvio que se están produciendo molestias a los comercios y a los restaurantes. Esto no pasa únicamente en Ferraz, pasa cada vez que se ejercita un derecho constitucional a la manifestación o a la reunión", ha señalado el primer edil desde el Centro de Acogida San Isidro. En todo caso, también ha advertido que "los comerciantes de Ferraz se están quejando" y, por tanto, desde el Ayuntamiento tienen que "atenderlos".
Por otra parte, Almeida ha insistido en que respeta el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y no se ha mostrado preocupado por las imágenes violentas que han trascendido de la ciudad de Madrid a raíz de las protestas, toda vez, ha dicho, que "esto a diferencia de lo que pasó en Cataluña, no tiene un carácter global".
A su juicio, "es una minoría violenta la que hay que condenar". Sea como sea, "las instituciones no estamos detrás de la violencia y desde luego, si a mí se me diera la oportunidad de amnistiar terroristas, como hace la Ley de Amnistía, en Madrid no lo vamos a hacer", ha defendido.
La undécima noche de protestas contra la amnistía y los pactos del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con los independentistas catalanes se saldó este lunes en la calle Ferraz de forma pacífica, reuniendo a 1.200 personas, según datos de la Delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid. En esta ocasión no se produjeron incidentes reseñables, como sí sucedieron en jornadas pasadas.
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