No está claro si es porque Puigdemont no se fía de las garantías que le da el PSOE sobre la amnistía o si es porque Junts ha subido aún más la factura que exigía para el sí a Pedro Sánchez. Quizá hay una mezcla de ambos factores. El caso es que hoy, 8 de noviembre, es justo el día que el PSOE había marcado en el calendario para que el Congreso celebrase el debate de investidura.
Evidentemente, algo se ha torcido en las conversaciones en Bruselas. Hace días que el PSOE pasó el punto de no retorno en la negociación con Junts y Puigdemont parece decidido a explotar esta ventana de debilidad. Después de la investidura, si la hay, volverán a cambiar las tornas.
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