En medio de las conversaciones para cerrar la investidura de Pedro Sánchez y la tramitación de la ley de amnistía, Carles Puigdemont ha sido llamado a declarar como presunto implicado en la causa de Tsunami Democràtic. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón considera que hay indicios de la participación del expresidente catalán en la creación de la plataforma investigada por presuntos delitos de terrorismo en otoño de 2019, cuando se produjeron graves disturbios en Barcelona tras el dictamen de la sentencia por el procés independentista. 

Aunque, por el momento, el juez solo ha podido instar a Puigdemont a comparecer voluntariamente (dada su inmunidad por aforamiento como eurodiputado), la imputación sitúa a Puigdemont como uno de los presuntos instigadores de las revueltas del Tsunami en Barcelona y marca un nuevo punto de inflexión en las negociaciones por la amnistía y la investidura de Sánchez. ¿Qué fue el Tsunami Democràtic? ¿Cuál fue la implicación de Puigdemont?

Surgió en 2019 en respuesta a la sentencia del procés

Los orígenes del Tsunami Democràtic se remontan a octubre de 2019, cuando se dio a conocer la sentencia firme a los líderes del procés independentista, con penas de prisión de 9 a 13 años por delitos de sedición, malversación de fondos públicos y desobediencia. 

Poco tiempo antes, el 2 de septiembre de 2019, el Tsunami comenzó su actividad en redes llamando desde Twitter a la población civil a manifestarse contra el proceso judicial. Con un vídeo de medio minuto en el que aparecía un cazo con agua rompiendo a hervir, el mensaje dictaba: "Cambiamos el estado de las cosas: súmate. Tú eres el tsunami", según informa Onda Cero.

Los mensajes de Tsunami Democràtic fueron compartidos por líderes políticos catalanes como Oriol Junqueras, Puigdemont o el entonces presidente Quim Torra. 

La plataforma rápidamente creció en número de seguidores y se dio a conocer, colocando carteles en Barcelona y diferentes ciudades de Cataluña. Seguidores del movimiento ocuparon a finales de septiembre oficinas de compañías como CaixaBank o Iberdrola, acusándolas de "financiar la represión". 

Las protestas derivaron en graves disturbios 

La tensión por las acciones del Tsunami Democrátic alcanzó su punto álgido tras la sentencia del procés. Ese mismo día, el 14 de octubre, Tsunami Democràtic emitió un comunicado en varias agencias internacionales, señalando la sentencia como "un ataque a los derechos humanos", a España como un estado bajo "una deriva autoritaria" y su movimimiento como una lucha "no violenta" "por el reconocimiento del pluralismo y la diversidad" que no se detendría hasta terminar lo que consideraban una "represión". El comunicado fue leído por el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola. 

Ese mismo 14 de octubre comenzó una llamada del movimiento a la movilización y a la desobediencia civil: los manifestantes bloquearon el Aeropuerto de Barcelona-El Prat e intentaron asaltar la terminal internacional del recinto, y provocaron graves disturbios públicos y destrozos en Barcelona.

Las movilizaciones del Tsunami Democrátic y otras asociaciones y plataformas derivaron en esta escalada de tensión y en los graves disturbios que se prolongaron durante días, entre otros actos de protesta como marchas populares, bloqueo de carreteras y concentraciones masivas en las calles. Fueron los días de la quema de contenedores, el lanzamiento de adoquines y los graves destrozos en lugares centrales de Barcelona, como Plaza Urquinaona y Via Laietana. 

Desde entonces y durante los últimos meses de 2019, la acción del Tsunami fue reduciéndose: llamamientos de protesta "no violenta" se sucedieron entre las elecciones catalanas de noviembre de 2019, el corte de la AP-7 en Girona y el Clásico entre Real Madrid y Barcelona de diciembre de 2019 en la Ciudad Condal como acciones más destacadas. En enero de 2020, la plataforma publicó su último post en Twitter.

La Fiscalía recurrirá el auto que sitúa a Puigdemont en la investigación de Tsunami Democràtic

El juez investiga la causa como actos de terrorismo

El llamamiento y la movilización a los disturbios ocurridos en Barcelona comenzaron a ser investigados como actos de terrorismo por la Audiencia Nacional. Según explica Onda Cero, en 2019 el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, explicó la necesidad de investigar quién había estado detrás del movimiento, que carece de portavoces o dirigentes conocidos. 

Ahora, el juez ha citado como investigado al expresidente Puigdemont junto a Marta Rovira, número 2 de ERC, además de al empresario Oriol Soler, el exconsejero Xavier Vendrell y Jaume Cabaní, antiguo contable de Puigdemont. También están citados como testigos la actual portavoz de la Generalitat, Marta Vilalta, y al líder de Bildu, Arnaldo Otegi, "a fin de esclarecer" lo ocurrido en la reunión que mantuvieron distintos líderes en Ginebra en 2019 y para que pueda aclarar "el conocimiento que pudiera tener sobre la planificación y aparición" de la plataforma Tsunami Democràtic, "y su aportación a la misma".

Puigdemont escribió ayer un post en X en protesta por su imputación, acusando al Estado de revivir lo que califica de "golpe de Estado", ya sea "con sables o con togas". Por su parte, la Fiscalía ya ha cofirmado que recurrirá el auto que sitúa al exmandatario de Cataluña en la investigación.