El PP percibe más apoyo social ante el malestar que genera la amnistía

Los populares aplauden a su líder en la sede nacional del partido.
Los populares aplauden a su líder en la sede nacional del partido.
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Los populares aplauden a su líder en la sede nacional del partido.

El Partido Popular cree estar rentabilizando "el cabreo de la gente" con la ley de amnistía. Lo perciben desde la sede nacional y sobre todo desde los territorios, que son los que han acogido actos en sus calles para protestar contra las concesiones al independentismo. El último, en Valencia, donde el equipo de Carlos Mazón superó su expectativa de asistencia. Es ahí, por ejemplo, donde los populares manejan encuestas internas que reflejan un crecimiento de apoyo social -de tres escaños- a costa del pacto que aún está cerrando el PSOE con Junts, ERC, Bildu y PNV. 

El objetivo del PP es seguir por esta senda liderando las ofensivas en las calles. "Queremos canalizar ese desencanto", sostienen fuentes del PP, conscientes de que Vox también busca abanderar el rechazo a la amnistía. Precisamente por ello, Alberto Núñez Feijóo se ha propuesto liderar la protesta social anunciando una ofensiva conjunta de todos los territorios el domingo 12 de noviembre y que esta vez sea en zonas más amplias porque -tal y como han observado en anteriores concentraciones- hay zonas como Málaga donde hay más movilización.

Junto a Mazón, otros presidentes territoriales dicen percibir este crecimiento y auguran que "el cabreo" aumentará una vez que Pedro Sánchez salga investido a cambio de aprobar una ley de amnistía y de perdonar parte de la deuda a Cataluña, entre otras cesiones. Porque la gravedad del asunto -explican- es que las veces anteriores que se han atacado al Estado fueron "tentativas" mientras que ahora van a "consumarlas". Todos ellos están convencidos de el PP liderará la protesta social y la jurídica.

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo mantiene la mirada puesta en la investidura de Sánchez. No tiene duda alguna de que no habrá repetición electoral. Aun así, siente el calor que las urnas no terminaron de darle el pasado 23-J. Por ejemplo, el del 11,9% la militancia socialista, que ha rechazado la amnistía: "Nos viene bien", valoran desde la sede nacional del partido. Por el contrario, reconocen que la investigación al prófugo Carles Puigdemont favorece la investidura de Sánchez.

Lejos de hacer una lectura en su favor de la investigación por terrorismo a Carles Puigdemont en la causa de Tsunami Democràtic, los populares consideran que alimenta más el argumento con el que Sánchez defiende ahora la amnistía de la que renegaba hace pocos meses. "El PSOE queda como el que evitará a Puigdemont de los malvados jueces fachas con toga", explican parafraseando la expresión utilizada por dirigentes de Podemos sobre la justicia. 

División por las protestas en la sede de Ferraz

Los mismos dirigentes que exhiben músculo en contra la amnistía y abogan por movilizar las calles son los que difieren de las protestas que han tenido lugar en los últimos días frente a la sede nacional del PSOE, en las que fue sonada la participación de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, el domingo, y en las que este lunes se produjeron altercados y cargas policiales. 

El recién elegido presidente del PP en País Vasco se encuentra entre las voces a favor de las protestas frente a la 'casa' de los socialistas. Para Javier de Andrés, formaron parte de "un movimiento social en contra de las decisiones que está adoptando el Partido Socialista". "Lo que le pasa a toda la izquierda es que creen que tienen el monopolio de la espontaneidad de la población, pero no es así. Tiene un rechazo social muy importante lo que está haciendo el PSOE y lo está expresando la gente en la calle". 

Por lo contrario, el gallego Alfonso Rueda las rechazó de plano: "No las apoyo, pero tampoco voy a ser yo el que diga que no se produzcan". A su entender, "cada uno puede manifestar su indignación o descontento como estime oportuno, siempre y cuando respete a los demás y lo haga dentro de la libertad de expresión". Así se expresó presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que ha defendido protestas dentro de la "convivencia pacífica" y añadió que él está en el "respeto a los derechos fundamentales de libertad de expresión, siempre dentro del respeto a la Constitución y las normas de la vida cotidiana".

Otros altos dirigentes se distanciaron de la actuación de la expresidenta madrileña: "Hay que medir. No respondemos a particularidades", en referencia a Aguirre. En esta última postura se mueve la dirección nacional que concluye no es su modelo al tiempo, aunque -como otros barones como Fernando López Miras- recuerda que el PSOE hizo lo mismo en la sede de Génova y en jornada de reflexión tras los atentados del 11 de marzo de 2004.

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