La Constitución que ahora algunos cuestionan planteó el arranque del estado autonómico con un mapa a dos velocidades. Cataluña, Andalucía, País Vasco Valencia y Navarra pudieron acceder a competencias clave antes que el resto de España.
En el caso de Cataluña, tuvo varios años antes su competencia en Sanidad, pero la realidad es que hoy las 17 autonomías la tienen totalmente transferida. Fue una cuestión de ritmo, pero el trato que reciben hoy los ciudadanos en su sanidad es desde un parámetro de igualdad. Esa armonía se rompe ahora. Y no parece que sea temporal. El pacto –a medida de los intereses de ERC y Junts (que no de Cataluña)– lo van a pagar el resto de autonomías.
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