Qué pide Hamás para liberar a los 242 rehenes: la negociación secreta entre Israel y la milicia palestina en Catar

Concentración en Londres este 29 de octubre para pedir la liberación de los rehenes de Hamás.
Concentración en Londres para pedir la liberación de los rehenes de Hamás.
AP / Lapresse
Concentración en Londres este 29 de octubre para pedir la liberación de los rehenes de Hamás.

En su inesperado ataque del 7 de octubre Hamás se llevó a un amplio grupo de rehenes (la cifra nunca acaba de estar clara), que se cifra en 242. La lista incluye a soldados y sobre todo civiles de todas las edades. Están cautivos y la milicia palestina espera poder canjearlos por presos suyos en cárceles de Israel.

Se cree que aproximadamente la mitad de los rehenes son personas con pasaportes de hasta 25 países extranjeros, entre ellos unos 54 tailandeses, 15 argentinos, 12 estadounidenses, 12 alemanes, seis franceses y seis rusos, según calculan medios norteamericanos.

Israel no negociará con un enemigo al que prometió borrar de la faz de la tierra"

En el inicio de la actual guerra, Hamás exigió la liberación de miles de presos palestinos a cambio de los cautivos. La demanda sigue siendo esa. El pasado sábado, Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamás, exigió la libertad de todos los presos palestinos en cárceles israelíes (se calcula que unos 6.000) para dejar en libertad a los dos centenares de rehenes.

La mediación de Catar

El Gobierno de Benjamin Netanyahu rechaza oficialmente la propuesta de Hamás. No hay trueque, insisten. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró el domingo a los familiares de los rehenes que la oferta de Hamás es solo parte de su "guerra psicológica" y Tzachi Hanegbi, jefe del Consejo de Seguridad Nacional israelí, insistió en que su país "no negociará con un enemigo al que prometió borrar de la faz de la tierra".

Hamás publica el vídeo con rehenes israelíes en la Franja de Gaza.
Hamás publica el vídeo con rehenes israelíes en la Franja de Gaza.
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Sin embargo, ha trascendido que David Barnea, jefe del Mosad, la principal agencia de inteligencia israelí, viajó a Catar hace unos días. Era, claro, una misión secreta, pero según medios israelíes se desplazó para discutir la posibilidad de un acuerdo que conduzca la liberación de los rehenes. Ya en otras ocasiones Catar hizo de mediador entre Israel y las milicias palestinas, pero en situaciones de menor gravedad.

Uno de los objetivos de esta guerra era capturar a soldados y oficiales israelíes"

Un semana después de la ofensiva de Hamás , Jaled Meshal, exdirigente de la organización, dijo que poseían los medios necesarios para conseguir la libertad de los palestinos detenidos en cárceles israelíes. "Uno de los objetivos de esta guerra era capturar a soldados y oficiales israelíes. Tenemos suficientes prisioneros para el intercambio de prisioneros palestinos", afirmó Meshal en el canal saudí Al-Arabiya.

Conversaciones estancadas

"El gran número de prisioneros nuestros en manos del enemigo tiene el precio de vaciar todas las prisiones (israelíes) de presos palestinos", dijo Abu Obeida en un vídeo el pasado fin de semana. Pero, añadió, Israel no estuvo de acuerdo: "Hubo la oportunidad de lograr un acuerdo, pero el enemigo lo bloqueó".

Hubo la oportunidad de lograr un acuerdo, pero el enemigo lo bloqueó"

Con o sin Catar, las conversaciones están teniendo lugar, pero el viernes se estancaron. Es lo que ocurrió después de que Hamás exigiera que Israel permitiera el suministro de combustible a Gaza y de que Hamás se negara a garantizar la liberación de un gran número de cautivos extranjeros, según un ex funcionario estadounidense con conocimiento de las negociaciones que cita la NBC.

"Hamás ha insistido en recibir combustible", dijo esta persona. Este ex funcionario, otro funcionario israelí y un diplomático con conocimiento de las conversaciones dijeron que éstas se rompieron antes de que Israel lanzara la segunda fase de su ofensiva la noche del pasado viernes y enviara tropas terrestres a Gaza.

La negociación divide a Israel

Esa hipotética negociación mantiene divididos a los israelíes. Según una encuesta del Israel Democracy Institute, un 45% de los ciudadanos está en contra de la liberación masiva de prisioneros palestinos a cambio de los dos centenares de rehenes, mientras que un 40% está a favor.

Familiares y amigos de los secuestrados y desaparecidos tras el ataque de Hamás se concentran en la plaza del Museo de Arte de Tel Aviv.
Familiares y amigos de los secuestrados y desaparecidos tras el ataque de Hamás se concentran en la plaza del Museo de Arte de Tel Aviv.
EFE

A los 6.000 presos palestinos en cárceles israelíes cabría añadir otros 1.200 que han sido detenidos en las últimas semanas en Gaza, Cisjordania y Jerusalén este por presuntos vínculos con las milicias.

Hamás afirma que liberará a varios extranjeros en los próximos días. "Hemos informado a los intermediarios que liberaremos a un cierto número de extranjeros en los próximos días, de acuerdo con nuestra posición que habíamos anunciado previamente de que no queremos ni necesitamos retenerlos ni continuar deteniéndolos en Gaza", explicó este martes el portavoz de Hamás en un vídeo.

Por ahora, cuatro liberados

De momento, la mediación de Qatar en las conversaciones ha permitido la liberación de cuatro personas, dos estadounidenses y dos ancianas israelíes, en dos días distintos. Jason Straziuso, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, que actuó como intermediario en esas dos liberaciones, ha reconocido que se necesitarán enormes niveles de confianza para liberar a un gran número de rehenes.

La toma de rehenes ha sido una táctica empleada frecuentemente por diferentes grupos militantes palestinos para presionar a Israel a la hora de lograr la liberación de sus presos. En 2011, Israel intercambió cientos de prisioneros palestinos por la liberación de un soldado israelí, Gilad Shalit, secuestrado y cautivo de Hamás durante cinco años.

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