El pasado 20 de septiembre, en un operativo contra una red criminal de venta ilegal de animales se decomisaron alrededor de 400 animales. De ellos, alrededor de 220 están siendo custodiados por el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona, CAACB, donde se ha llevado a cabo la atención inicial, el seguimiento veterinario de unos animales que estaban viviendo en condiciones precarias y de insalubridad.
En el Centro de Acogida se ha proporcionado los cuidados necesarios durante estas semanas, pero ahora, la juez que se ha hecho cargo de la investigación ha autorizado al centro de animales municipal para que pueda gestionar las salidas. Este proceso de acogida es un trámite especial que se realiza para estos animales mientras dura el proceso judicial, y posteriormente se iniciarán los trámites de adopción.
Hasta este momento, según informa el Ajuntament de Barcelona, se ha gestionado la acogida de 160 animales de entre los 179 perros y 35 gatos que llegaron al CAACB. En este periodo, han nacido 5 cachorros de hembras que llegaron en estado de gestación. Actualmente quedan una treintena de animales pendientes de ser acogidos.
Algunos ejemplares han sido adoptados por personas que estaban en trámites de compra de un animal de los intervenidos en el operativo policial. No obstante, en su mayoría, el proceso de acogida especial realizado a través de voluntariado y profesionales del CAACB y de personas que ya habían manifestado su ofrecimiento para hacerse cargo tanto de los adultos reproductores como de los ejemplares mayores intervenidos.
Enfermedades e insalubridad
Los animales que llegaron al Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona habían pasado por malas condiciones de bienestar y de higiene, viviendo en condiciones límite en los establecimientos y sometidos a la cría reiterada. Por ejemplo, los cachorros de raza media o mayor, de más de 6 meses de edad, tenían atrofia muscular severa porque vivían en jaulas de dimensiones demasiado pequeñas.
También se han dado casos de cachorros con problemas de comportamiento y miedos derivados de largas estancias en jaulas sin opción a socializar, con pelaje sucio y desnutridos, e incluso perros con leishmania y con indicios de enfermedad renal sin tratamiento.
Algunos casos revestían más gravedad, como el de un perro con una antigua fractura de tibia mal consolidada que ha derivado en una malformación de la rodilla que ha supuesto la amputación de la extremidad. También han llegado al CAACB entre los ejemplares intervenidos madres reproductoras de más de 10 años de edad, hembras con endometriosis e infección de la matriz, y hasta cachorros con coronavirus canino.
Operativo conjunto
Todos estos animales provienen de un operativo conjunto entre los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana de Barcelona, la Policía Nacional y la Guardia Civil, liderado por el Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona y la Fiscalía Provincial especializada en medio ambiente.
Esta actuación permitió desarticular una red organizada de comercio ilegal de animales de compañía que funcionaba principalmente en Cataluña y Madrid. El pasado 20 de septiembre se llevaron a cabo 12 registros en diferentes ubicaciones y se detuvieron a 13 personas y se intervinieron más de 400 animales.
Los animales en su mayoría son cachorros de perros y gatos de razas de alta cotización en el mercado, y tras meses de investigación donde se habían recopilado indicios y pruebas se consiguió desmantelar una organización que operaba desde hacía más de ocho años. A los detenidos se les atribuye varios delitos continuados de maltrato animal, estafa, falsedad documental, intrusismo profesional y blanqueo de capitales.
Las investigaciones de las que parte el operativo policial final se inician en Barcelona en 2020 tras la inspección por parte del Ajuntament de una tienda de animales de L’Eixample, Bitxets, donde localizan 33 perros enfermos y constatan una serie de irregularidades relacionadas con las condiciones de salud de los animales que se vendían en el establecimiento. Además se observan incumplimientos con las obligaciones documentales, como disponer de las facturas de compra de los animales o irregularidades en el registro de las entradas de animales en el Libro Oficial de Registro.
En esta tienda de L’Eixample, además de haber animales enfermos en un espacio ilegal de la tienda y en pésimas condiciones higiénicas, ni la sala de cuarentena ni los boxes de los animales a la venta contaban con las condiciones requeridas para evitar la transmisión de enfermedades de los animales alojados.
Diferentes líneas de investigación cruzadas entre los cuatro cuerpos de seguridad pudieron relacionar los hechos de la tienda Bitxets con otras en Madrid y la importación ilegal de animales, que además no cumplían la edad requerida para ser comercializados, desde Centroeuropa. Posteriormente, también pudieron comprobar que tenían conexiones en Andorra y en Dubai.
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