La raza que hoy nos ocupa, bautizada como asiático, tiene su origen en Reino Unido. A principios de la década de 1980, una hembra burmés lila y un macho persa chinchilla silver se reprodujeron accidentalmente dando una camada de cuatro gatitos.
La criadora de los progenitores, la baronesa Miranda von Kirchberg, se dio cuenta de inmediato de que la combinación de colores y patrones que mostraban los gatitos eran suficientemente atractivos como para iniciar un programa de reproducción y desarrollar una nueva raza.
El consenso de los implicados en el programa reproductivo lo tuvieron claro desde el inicio: la nueva raza debería parecerse, físicamente, al burmés, pero con una nueva gama de colores y patrones, y dos longitudes de pelo: pelo corto y pelo semilargo.
Para 1997, se fundaba el primer club que reunía a criadores y establecía un estándar, la Asociación del Gato Asiático. El programa fue exitoso y en 2003 la nueva raza ya podía participar en exposiciones felinas de la asociación británica Governing Council of the Cat Fancy (GCCF). En el presente, también está reconocida como raza por el LOOF, el Libro Oficial de Orígenes Felinos francés, y por la reciente organización internacional Loving Cats Worlwide (LCWW), que también realiza campeonatos de morfología.
Los gatos asiáticos pueden tener una enorme variedad de colores y patrones. Tal como recoge la Asociación de Gatos Asiáticos, en el presente se ha alcanzado la increíble cifra de 624 combinaciones. Cada color se clasifica como ‘expresión completa’ (FEx) para colores fuertes e intensos, o ‘restricción de color burmés’ (BCR) para colores más suaves.
Alegres, extrovertidos y activos
Llamados cariñosamente 'los gatos humanos', por su gran personalidad, los asiáticos son una raza muy cariñosa, inquisitiva y atrevida, que reclaman y necesitan formar parte de todos los aspectos de la vida familiar. Son gatos juguetones y con una actividad alta, lo que les convierte en una gran opción para hogares con niños de todas las edades y la presencia de otros animales.
Sin embargo, debido a la dependencia que pueden mostrar hacia los miembros de su familia, expertos y criadores en la raza advierten que pueden surgir problemas en la convivencia con otros gatos, especialmente por motivos de celos, por lo que se necesita una socialización apropiada en el caso de coexistir dos o más gatos en la misma vivienda.
El cuidado del asiático de pelo corto es mínimo, con cepillados quincenales para ayudarles a deshacerse del pelo muerto. Un Tiffanie, o asiático de pelo semilargo, puede requerir más dedicación, dependiendo de la época del año y mudas.
Para ampliar información sobre los asiáticos, se puede contactar con la mencionada Asociación de Gatos Asiáticos o con la Sociedad de Gatos del Grupo Asiático. Desde Animaleros, recomendamos que se valore la adopción responsable y se dé la oportunidad a alguno de los gatos que se encuentran en protectoras o perreras.
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