Fue a finales de septiembre cuando los agentes de la Policía Nacional desmantelaron una red conformada por cinco narcopisos que operaba en Ciudad Lineal y San Blas. Sin embargo, uno de estos inmuebles se ha reactivado en las últimas semanas, un hecho que ha vuelto a despertar la alarma entre los vecinos. Alertan de que "el precinto policial está roto" y que están sufriendo, de nuevo, un ir y venir de toxicómanos.

El desmantelamiento de estos narcopisos forma parte de la operación que los agentes de la Policía Nacional de Madrid están llevando a cabo en esta zona de la ciudad. El objetivo es acabar con el trapicheo de drogas, que, según denuncian los vecinos del barrio y confirman fuentes policiales, se ha incrementado recientemente.

Sin embargo, los planes de los agentes podrían alargarse más de la cuenta debido a las piedras que se están encontrando en el camino. Una de ellas ha sido la reactivación del narcopiso que está situado en el número 49 de la calle Zaldívar, en el barrio de San Blas, según confirman fuentes próximas a la investigación.

"Al jefe de la Brigada Judicial encarga de la investigación le consta que sí está en funcionamiento", explican. Aseguran, además, de que lo más probable es que se trate de la misma persona que ya fue detenida a finales de diciembre. Una vez que los agentes pusieron a disposición policial a esta persona, la decisión de si continuaba en libertad o entraba en prisión provisional era de un juez. 

La alerta por la droga en Ciudad Lineal y San Blas desmantela una red de narcopisos

Al haber quedado en libertad, creen que podría tratarse de la misma persona. "Nosotros a nivel policial estamos actuando hasta donde entran nuestras, lo que pasa es que los jueces también intervienen", apuntan. "Si un juez determina que esa persona puede estar en la calle, nosotros no podemos hacer nada", añaden.

El regreso del fantasma de la droga

Los vecinos de San Blas alertan, desde hace unos meses, de que la droga ha vuelto al barrio. Desde los años 80 y 90, no había abandonado la zona, aunque la presencia de toxicómanos era mucho menor que durante la epidemia de la heroína. Sin embargo, desde principios de año y, sobre todo, en los últimos meses, se ha agravado el problema. 

Si antes se concentraban en el parque El Paraíso, ahora, se han expandido a otros puntos. La calle Amposta es una de las vías más afectadas. Pero no es la única. Los toxicómanos también frecuentan cada vez más sus calles aledañas, todas ellas peatonales. Ocurre, sobre todo, en las zonas interbloque, según indican los residentes. Jeringuillas tiradas, restos de sangre, botellas de cristal lanzadas contra los edificios... Son algunas de las consecuencias que los vecinos sufren cada día. Esto ha despertado la alarma vecinal, que sienten que la inseguridad está conquistando su barrio, y de la Policía.

Uno de los motivos por los que cada vez más toxicómanos frecuentan el barrio es la proliferación de narcopisos. La Policía Nacional ya desmanteló cinco a finales de noviembre. Sin embargo, son conscientes de que hay más inmuebles en San Blas en los que se trapichea con droga que permanecen activos. El problema es que eliminarlos no es tan fácil. Dependen de que un juez les autorice acceder al piso, un trámite que tarda mucho en llegar. 

En la calle Encajeras y en Sillería hay otros dos narcopisos, ambos detectados por los vecinos y en investigación por parte de la Policía. Se suman al que ha vuelto a funcionar en la calle Zaldívar, a pesar de que fue desmantelado hace menos de un mes.