Diez personas han sido detenidas por la Policía Nacional. Están acusadas de vender cocaína, heroína y marihuana en cinco narcopisos, situados en los distritos madrileños de San Blas y Ciudad Lineal. No es la primera vez que estas personas, seis hombres y cuatro mujeres, tienen que verse las caras con los agentes. La mayoría de ellos contaban ya con antecedentes policiales. 

Hace poco más de cuatro meses, las numerosas quejas presentadas por los vecinos de la zona alertaron a los agentes de la Policía Nacional. Denunciaban que estaban viendo cómo la inseguridad en las calles en las que viven estaba creciendo. Explicaban también el motivo: el aumento de toxicómanos. Argumentaban que las peleas, el griterío y los robos se habían convertido en la tónica habitual con la que debían convivir.

Por este motivo, los agentes de la Brigada Judicial comenzaron esta nueva investigación, que se ha denominado como Operación Romeo. Lograron averiguar la existencia de varios narcopisos tanto en Ciudad Lineal como en San Blas. Todos ellos guardaban relación entre sí. Y es que se trataba de una red que se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes.

El punto central de esta red estaba situado en el número 27 de la calle Urquiza, en el barrio de Pueblo Nuevo. Era desde donde los dos cabecillas, un hombre y una mujer, controlaban toda la actividad y llevaban la contabilidad de su negocio. De los detenidos, la única que no tiene nacionalidad española es esta, que es de origen cubano.

Una vez desmantelado el narcopiso principal, procedieron a vaciar el resto de los que conformaban la trama. Uno de ellos, situado a menos de un kilómetro del punto central, en la calle Emilio Ferrari. El resto de inmuebles en los que se dedicaban a la venta de drogas tampoco se localizaban lejos de la base central. La calle Urquiza y la calle Virgen de la Fuencisla son las otras dos vías de Ciudad Lineal.

El más alejado era el de San Blas, en la calle de Zaldívar. Esta vía se encuentra muy cerca del parque El Paraíso, a menos de 500 metros. Es este uno de los puntos en el que más toxicómanos se juntan, según cuentan los vecinos del barrio, para consumir las drogas que compran.

Desde la Policía apuntan que ninguno de estos inmuebles eran grandes puntos de venta de drogas, aunque en todos ellos encontraron cocaína, heroína y hachís ya divididos para poder distribuirlas y útiles para su preparación. Sin embargo, sí era una de las fuentes que habían ayudado a generar mayor inseguridad ciudadana en los barrios en los que se ubicaban.