El tiempo otoñal ha llegado para quedarse en Castilla-La Mancha tras un Veranillo de San Miguel que se alargó hasta mediados de la semana pasada, alcanzando temperaturas muy alejadas de lo que se espera en esta época del año. En los próximos días, salir de casa sin paraguas será un riesgo, pues se esperan lluvias y fuertes rachas de viento.

Desde el inicio de semana, se están notando los efectos de la borrasca Babet, nombrada por el servicio meteorológico británico, con lluvias y vientos que han activado avisos amarillos y naranjas, sobre todo en la zona de Galicia y en la mitad norte. Este miércoles es "un día de transición", a la espera de que un frente frío asociado a una nueva y profunda borrasca alcance la península el jueves.

Bajo el nombre de Aline, esta borrasca "pequeña, pero profunda", según Aemet, traerá consigo un temporal de vientos intensos y lluvia que afectará, principalmente, al sureste de Castilla-La mancha. Será la primera borrasca importante de la temporada.

Aviso amarilla por lluvias desde el jueves

El jueves será la jornada más intensa en la región, llegando a superarse los 70 litros por metro cuadrado en 12 horas en algunos puntos de Ciudad Real y Albacete, según la Aemet. Ante esta situación, llaman a la "precaución" ante posibles crecidas repentinas de cauces, que habitualmente bajan con poca agua, o por inundaciones.

La borrasca Aline traerá consigo fuertes rachas de viento, superiores a los 80 kilómetros por hora en la zona de Albacete y soplarán de flojos a moderados de oeste y suroeste. En cuanto a las temperaturas, descenderán de forma generalizada, dejando máximas que apenas alcanzarán los 20 grados. Según las previsiones, traerá también las primeras nevadas de la temporada, con una cota de nieve por encima de unos 2.000 metros de altura en el Sistema Central.