Decenas de personas esperan la apertura del paso de Rafah para huir de Gaza: "No tenemos agua ni en los lavabos ni en los baños"

Palestinos esperan para cruzar a Egipto por el paso de Rafah.
Palestinos esperan para cruzar a Egipto por el paso de Rafah.
Daniel G. Aparicio | AP
Palestinos esperan para cruzar a Egipto por el paso de Rafah.

"Vine de visita a Gaza, mi pasaporte (estadounidense) expiró y luego en la Embajada de EEUU no hicieron nada para ayudarnos", lamenta Eilen al Tauil, una palestino-estadounidense, que ha intentado salir por el paso de Rafah en varias ocasiones, sorteando los bombardeos israelíes. "Está siendo muy duro, no tenemos agua ni en los lavabos ni en los baños", añade una mujer estadounidense, de Salt Lake City (Utah, EEUU), también esperando a huir de la Franja.

Al Tauil se mantiene a la espera de que la frontera con Egipto se abra después del anuncio de un corredor humanitario que nunca se ha puesto en marcha. No es el único. Sin agua, electricidad ni internet, una multitud de palestinos desesperados se concentraba este lunes en el paso de Rafah, que conecta la Franja de Gaza con Egipto, con la esperanza de que entrara una ayuda humanitaria que no acaba de llegar, en medio de los rumores de que el paso iba a abrir.

Sin embargo, las horas pasaban y el cruce seguía cerrado para los palestinos, que vieron un rayo de esperanza en las noticias de primera hora del día aparecidas en medios que indicaban que el cruce iba a estar abierto entre las 09.00 y las 15.00 hora local (06.00 y 12.00 hora GMT). En concreto, aguardaban a que ocho camiones con ayuda entraran a la Franja con asistencia humanitaria y a que se permitiera a los palestinos con pasaporte extranjero, especialmente estadounidense, salir del enclave, controlado por el grupo islamista palestino Hamás, hacia Egipto.

Todo ello en medio de informaciones que indicaban que había un acuerdo entre Egipto, EEUU Israel para un alto el fuego en la Franja, que más tarde fueron desmentidas por la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Ni alto el fuego, ni tampoco ayuda humanitaria a cambio de la salida de aquellos con pasaporte extranjero. Así de tajante fue la oficina de Netanyahu a la hora de desmentir esas informaciones, pese a que el domingo el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, anunciara en El Cairo un arreglo con la implicación de la ONU, Egipto y otros actores para abrir el paso de Rafah a la asistencia.

No obstante, en caso de que esa ayuda atravesara el paso fronterizo, lo tendría complicado para acceder a los gazatíes, ya que, según pudo constatar EFE este lunes, las dos principales calles de Rafah por las que tendrían que pasar los 8 camiones desde el cruce están completamente bombardeadas. Aún así, estas dificultades no disuadieron a muchos palestinos que se acercaron este lunes al paso, ni si quiera los bombardeos de Israel, como el que ocurrió en las inmediaciones del puesto fronterizo.

No muy lejos de Al Tauil se encontraba también a la espera de la apertura del cruce Ayam, una joven de 17 años con pasaporte británico. "Estamos intentando salir, vinimos aquí hace dos días, pero no estaba abierto y regresamos a casa. Hoy volvimos a primera hora del día", dice a EFE, a la vez que señala que debido a la falta de conexión a internet, cada vez que escuchan una bomba no saben de dónde viene.

Ayam y los miembros de su familia aspiran a salir a Egipto si el paso se abre en el algún momento, porque, como detalló la adolescente, la situación en la Franja es "terrible".

"Ni un litro de agua potable"

Hamás afirmó este lunes que por décimo día consecutivo Israel no ha bombeado "ni un litro de agua potable" al enclave, pese a que las autoridades israelíes anunciaron este domingo que había reanudado el suministro parcial.

El portavoz del Ministerio de Interior y de Seguridad Nacional de Hamás, Iyad Al Bozum, subrayó en un comunicado que el corte del agua potable "está obligando a beber agua contaminada" a los gazatíes. Auguró que esto va a desembocar en una crisis sanitaria que va a amenazar la vida de los ciudadanos que viven en la Franja.

Actualmente conseguir una botella de agua en Rafah es imposible, como pudo comprobar EFE recorriendo cientos de tiendas pequeñas en busca de líquido apto para el consumo.

A Rafah y Jan Yunis ha llegado un camión con agua de grifo que se ha distribuido entre los gazatíes, aunque de forma limitada, solo 20 litros por familia, con lo que muchos están recurriendo a hervirla para matar posibles bacterias.

La tensión ha aumentado enormemente desde que Hamás lanzara, el 7 de octubre pasado, un ataque por tierra, mar y aire desde Gaza que causó al menos 1.400 muertos, la gran mayoría civiles, y ha desencadenado un duro contraataque de Israel, que lleva diez días bombardeando la Franja de Gaza, con un saldo de al menos 2.808 palestinos muertos y 10.850 heridos.

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