Siete trucos para evitar que te roben tus ahorros a través de la tarjeta

Es una medida de precaución que te puede evitar malos ratos. Si durante un viaje limitas la cantidad de dinero en efectivo que puedes sacar con la tarjeta, te ahorrarás disgustos si terminas perdiéndola.
Imagen de archivo de tarjetas bancarias
Pixabay/TheDigitalWay
Es una medida de precaución que te puede evitar malos ratos. Si durante un viaje limitas la cantidad de dinero en efectivo que puedes sacar con la tarjeta, te ahorrarás disgustos si terminas perdiéndola.

La digitalización ha contribuido en los últimos años a una mayor comodidad a la hora de gestionar trámites, pedir citas con la administración, relacionarse con el banco o comprar, no obstante, también ha traído consigo un aumento de estafas y robos de datos bancarios que pueden perjudicar en gran medida al usuario.

Los delincuentes pueden extraer información bancaria a través de Internet, realizando ataques informáticos y poniendo en peligro la privacidad de las víctimas. En este sentido, el último caso conocido ha ocurrido esta semana con Air Europa, que sufrió un ciberataque y pedía a sus clientes que cancelasen sus tarjetas. 

Si bien ante este tipo de hackeos poco pueden hacer los usuarios, con una simple configuración de seguridad de la tarjeta podemos prevenir el robo de los ahorros de la cuenta. Esto se puede hacer a través de la propia app del banco o por su página la web, pudiendo ser modificado en cualquier momento.

El Banco de España, el Banco Central Europeo y diferentes organizaciones de consumidores, desde donde han advertido un mayor número de reclamaciones por problemas con tarjetas de débito y crédito, dan varias recomendaciones para evitar que los usuarios sufran el robo de este tipo de datos.

Fijar límites en la tarjeta

Poner un tope máximo a la cantidad de dinero que puedes pagar con las tarjetas, ya sea de forma diaria o mensual, garantiza que nunca se hará un gasto de un importe superior al que hayas fijado. Así, en caso de fraude, llegaría un aviso sobre que se ha intentado realizar una operación que podría ser sospechosa.

Además, también se puede limitar la cantidad de dinero en efectivo que puedes sacar en un cajero automático. Esta medida es especialmente útil durante viajes, ya que si pierdes la tarjeta nadie podrá utilizarla para retirar importes por encima de lo establecido.

Cuidar las contraseñas

En cuanto a las claves de acceso o firmas electrónicas, es recomendable proteger tanto el móvil como la aplicación del banco con contraseña o con huella o reconocimiento facial. Además, si se tiene más de una cuenta bancaria, es conveniente establecer diferentes contraseñas, al igual que con las tarjetas, fijando un número PIN distinto para cada una de ellas.

Otro aspecto relevante que puede ayudar a mantener a salvo nuestro dinero es cambiar con frecuencia estas claves. Por otro lado, es muy importante no compartir nunca por correo electrónico, redes sociales o cualquier canal de mensajería estos datos confidenciales.

Extremar la precaución con las compras 'online'

El comercio electrónico se ha convertido en uno de los método de compra más utilizadas. Ahora bien, cabe prestar atención a ciertos aspectos de las plataformas para asegurarnos su fiabilidad y cerciorarse que se trata de una página fiable y no una trampa.

Para ello, debemos acudir a webs asentadas y de confianza, desconfiar de las que ofrecen precios demasiado por debajo de la media, fijarse que la URL comienza por 'https' y que aparezca un candado a la izquierda del mismo. También se puede tener en cuenta las opiniones de otros usuarios, pero debemos constatar que no se tratan de comentarios falsos.

Por otro lado, bloquear las compras online también puede ser útil para evitar que hagan compras a través de Internet con nuestra tarjeta. Solo habría que desactivar este tipo de pagos desde la app o web del banco, y volver a activarlo cuando se vaya a realizar alguna compra en línea.

Activar la doble verificación

Una de las novedades que han incorporado los bancos a sus medidas de seguridad se trata de la doble verificación. Si bien esta herramienta está disponible para múltiples aplicaciones y plataformas, en las entidades financieras se vuelve realmente útil para prevenir de usos no autorizados de nuestra cuenta.

En este sentido, muchas entidades ofrecen la doble verificación en los pagos electrónicos, que se puede activar para compras online superiores a una cierta cantidad. De este modo, el usuario recibe un mensaje de texto en el móvil o en la app del banco con una solicitud de confirmación que debe aceptar durante el pago para autorizarlo.

Apagar las tarjetas de forma temporal

Ante la duda de si alguien ha accedido a tus datos bancarios, siempre puedes apagar tus tarjetas de manera temporal. La mayoría de bancos ofrecen esta posibilidad, de manera que puedes restringir su uso para que nadie, ni siquiera tú, puedas utilizarla.

Además, a diferencia de la opción de bloquear las tarjetas, apagarlas tiene la ventaja de que se pueden volver a encender cuando lo necesites, ya que se trata de una acción temporal que puedes activar y desactivar en cualquier momento a través de la app.

Tener cuidado con la tarjeta

Aunque parece un consejo obvio, hay varios aspectos a tener en cuenta en el cuidado de la tarjeta. El más evidente sería no permitir que nadie utilice o coja nuestra tarjeta, ya que aunque alguien sea de confianza no podemos saber si será víctima de fraude, estafa o robo.

Por otro lado, si has registrado los datos de tu tarjeta en alguna plataforma online, es conveniente eliminarlos. Aunque utilices esa página varias veces al mes, es mejor prevenir cualquier filtración que pueda sufrir la web e introducir los datos manualmente siempre que se haga uso de ella.

Asimismo, si empleas un teléfono móvil, una tablet o un portátil para comprar a través de Internet, evita conectarte a redes WiFi públicas, desconocidas o poco fiables, ya que los ciberdelincuentes podrían conectarse a la misma y acceder a tu información.

Usar alternativas a la tarjeta personal

Por último, otra manera de prevenir el robo de datos bancarios sería utilizar en el proceso de compra otras plataformas de pago, como PayPal, que evitan tener que introducir información de la tarjeta de para realizar una compra.

Para ello también son prácticas las tarjetas prepago, en las que puedes recargar el importe que vayas a gastar en cada operación de comercio electrónico y que no tiene por qué estar asociada a ninguna cuenta bancaria.

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