Los guardias civiles, como funcionarios públicos del Estado, cobran una pensión contributiva de jubilación al cumplir la edad de jubilación contemplada (y que actualmente está fijada en 65 años si se han cotizado 37 años y 9 meses). En este sentido, los agentes de la Benemérita pertenecen al jubilarse al Régimen de Clases Pasivas, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y cuyas normas generales y supuestos especiales están publicados en la web de la Seguridad Social. 

A la hora de calcular la pensión de un guardia civil hay que tener en cuenta una gran cantidad de variables, como el hecho causante (si la jubilación ha sido forzosa por edad, voluntaria o por incapacidad permanente), el periodo de carencia (para tener derecho a la pensión es indispensable "haber completado un periodo mínimo de 15 años de servicios efectivos al Estado") y aplicar el haber regulador correspondiente (el porcentaje establecido en función del número de años completos de servicios efectivos al Estado).

Estos haberes reguladores se disponen anualmente en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), por lo que los de este año aparecen publicados en el BOE y en la web de la Seguridad Social. 

Qué pensión le queda a un autónomo

Se fijan cada año en los Presupuestos Generales

También influirá, además de los haberes reguladores, otras variables como en número de hijos o el cuerpo en el que se haya prestado servicio, así como los periodos en cada uno de ellos. Para poder calcular con exactitud cada caso particular, el Ministerio dispone de un simulador en su página web.

Para hacernos una idea aproximada de cuanto puede constituir la pensión de un guardia civil, desde el Ministerio de Seguridad Social informan de que la prestación de jubilación de un guardia civil retirado por edad es de alrededor de 29.065,98 euros en el año 2023, divididos en 14 pagas que incluyen la extra de verano y la de Navidad, pudiendo variar en función de lo dispuesto por los PGE del año en cuestión.