La línea 1 (L1) de Metro de Madrid entre Sol y Nueva Numancia vuelve a prestar servicio este miércoles después de tres meses clausurada por trabajos de renovación y mejora. La reapertura parcial se produce un mes antes del plazo inicialmente previsto, que se iba hasta finales de octubre. 

Los trenes volverán a rodar entre las mencionadas estaciones y en el resto de la L1, entre Nueva Numancia y Valdecarros, seguirá circulando el servicio alternativo de la EMT que ha suplido al suburbano madrileño los últimos meses. Los buses funcionarán hasta el 14 de octubre, cuando está previsto que el trazado reabra por completo.

De acuerdo con la empresa pública, los tres últimos meses han servido para realizar una renovación "integral" de la superestructura de la L1 lo que permitirá reducir los tiempos de viaje en esta parte del suburbano y que este sea más "confortable" para los usuarios. 

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"Se incrementa la fiabilidad de las instalaciones", han añadido desde Metro, para añadir que la intervención también permitirá "optimizar" las labores y los costes de mantenimiento. Además, durante la clausura de la vertiente sur de la L1 también se han mejorado tanto la línea aérea como el sistema de señalización y se ha aprovechado para retirar amianto de las instalaciones.

La parada de Atocha, sin servicio

Los usuarios tienen que tener en cuenta que aunque las obras de renovación entre Sol y Nueva Numancia han concluido ya, hay otros trabajos que afectan a la prestación normal del servicio en este tramo. Se trata de las labores de ampliación de la L11 entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, que ya han empezado en Atocha e implicarán que los trenes no paren en esta estación.

Los viajeros no podrán subir ni bajar en el apeadero de la céntrica estación de trenes, una situación de clausura que a día de hoy no tiene una duración estimada, según han informado desde la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras. En el apartado de afecciones del proyecto constructivo de ampliación de la L11 ya estaba previsto esta interrupción del servicio y los técnicos aludían a un cierre de la estación de Atocha "durante un periodo de seis meses" para llevar a cabo "las actuaciones de conexión entre la estación existente y los nuevos recintos", además del "desmantelamiento y reubicación de cuartos técnicos y la adaptación de la arquitectura a los nuevos recorridos". 

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"Se cerrará la estación", se refleja en el documento, pero la línea 1 "seguirá en servicio, circulando por Atocha pero sin parada". Además, se mencionaba que el acceso este al suburbano en este punto de la capital "se inhabilitará desde el inicio de la obra civil en Atocha hasta la apertura de la nueva estación de L1-L11".