Hosteleros, tras el cierre adelantado de Marina D'or: "Hemos tenido que devolver todo el producto, es un desastre total"

Imagen de archivo del complejo de Marina d'Or
Imagen de archivo del complejo de Marina d'Or.
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Imagen de archivo del complejo de Marina d'Or

"¡Nos estamos preparando para ti!, nos vemos la próxima temporada". Es el escueto mensaje que indica la página oficial de Marina d'Or después de que el complejo turístico haya decidido, sin previo aviso, cancelar todas sus reservas en sus hoteles y balnearios a partir del 17 de septiembre, dando así por finalizada la temporada y con la vista puesta ya en el verano de 2024. 

Una clausura inmediata que ha pillado por sorpresa a los cientos de personas que planeaban viajar hasta allí entre septiembre y diciembre, fecha en la que habitualmente cierra sus puertas la conocida como 'ciudad de vacaciones'. La compañía no ha dado una explicación oficial a sus clientes, pero su cierre coincide con la venta del resort a un nuevo grupo empresarial el pasado mes de agosto. 

A los que se han quedado sin viaje se les une todo un sector de ocio y restauración que vive de los turistas. Estos pasan allí sus días de descanso entre piscinas y playas, parques temáticos, restaurantes o actividades para toda la familia. Pero nada queda ya de eso. "Es un desastre total, no nos lo esperábamos", cuenta a 20minutos la gerente de una heladería que ha visto como su negocio se ha venido a bajo de un día a otro. 

"Hemos tenido que devolver todo el producto; nosotros íbamos a estar hasta octubre y ahora se ha tenido que devolver todo, bebidas, alimentos... es imposible mantenerlo", añade. Y a todo ello, según ella, se le suma que el verano ha sido ya de por sí muy difícil para el resto de locales: "Ha sido el peor año, este año en los restaurantes nadie ha hecho caja". 

Muy pocos turistas

"En mi local podíamos haber estado trabajando hasta 3 o 4 personas, pero solo estaba yo; venía una familia y se sentaba en una mesa, tomaban algo y al rato se iban, así que me ponía a limpiar, no había mucho más" cuenta en relación a la poca afluencia de personas que ha vivido el resort durante estos meses.  

Para esta gerente, el problema principal viene de cómo se han gestionado las cosas: "No están haciendo muchas actividades, las calles están apagadas, la carrozas no salen todos los días y siempre es lo mismo", algo que se deja notar en el ánimo de sus clientes. "La gente te lo dice, vienen un día y se toman algo pero te dicen que no se van a quedar porque es un desastre, sobre todo su hotel". expone. 

Habitaciones sucias, persianas que se caen, un comedor en el que chorrea agua... son solo algunos de los ejemplos que ha recibido esta gerente sobre la situación del complejo, algo que les perjudica directamente a ellos: "Si los hoteles no están bien, los negocios tampoco". 

"Hace años estuve trabajando en un restaurante aquí y había filas y filas de gente; este año nada que ver, los hoteles no han tenido mucha gente, no han podido ni pagar a los trabajadores, no ha habido ganancias; la gente que tenía un apartamento aquí lo está poniendo en venta" cuenta ella. Y, pese a ello, de cara al futuro se muestra esperanzada en que la situación cambie la temporada que viene, pero advierte de que se encuentran en un punto crítico: "Como el año que viene siga igual muchos negocios van a cerrar".

"Ya no existen clientes a los que atender"

Sus sensaciones son igualmente compartidas por el propietario de otros tres restaurantes en Marina d'Or, quién declara a este diario que el cierre adelantado les afecta totalmente porque, al mal verano, se le une que de repente "ya no existen clientes a los que atender". 

"Es el año más inestable que hemos vivido; un restaurante lo cerramos ya el 27 de agosto, otro el mismo día 17 y ahora, a ver qué tal", cuenta este hostelero sobre la situación del establecimiento que mantiene abierto y con el que pretende aguantar, al menos, un mes más. 

"Al final Marina d'Or es un 80% en el que el potencial de afluencia lo gestiona la propia empresa; ahora hemos perdido todo ese potencial, el que venía a pasar 15 días o 1 mes aquí ya no viene; hay una pequeña población que vive aquí, pero eso no llega a los restaurantes", añade. 

Al igual que la propietaria de la heladería, este hostelero también considera que el complejo turístico ha vivido una decaída con el paso del tiempo: "Hemos notado un buen cambio; yo llevo 14 años aquí y la realidad es que quienes vienen lo ven sucio y viejo". 

Como tantos otros, este hostelero también espera que la situación vuelva a ser la de antes con la llegada del nuevo grupo empresarial que ha comprado el resort turístico: "Todos los propietarios tienen esperanzas de que esto cambie", relata a este diario: "Esperamos que Marina d'Or pueda levantar la cabeza". 

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