El PSOE descarta sancionar a Guerra y González por sus críticas a Sánchez pero censura su "deslealtad"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente Felipe González, en la inauguración de la exposición '40 años de progreso, 40 años de democracia 1982-2022'.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente Felipe González, en una imagen de archivo
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente Felipe González, en la inauguración de la exposición '40 años de progreso, 40 años de democracia 1982-2022'.

El PSOE no tomará medidas disciplinarias contra Felipe González y Alfonso Guerra, expresidente y exvicepresidente del Gobierno, respectivamente, por las críticas vertidas ayer por ambos hacia el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ante la posibilidad de que apruebe una ley de amnistía para los implicados en el referéndum ilegal del 1-O. La respuesta se quedará solo en una censura pública de las palabras de ambos exdirigentes, a quienes acusan de "desleales" y afean hablar en contra del partido en estas ocasiones pero no a favor cuando se toman medidas sociales.

Fuentes de la dirección federal de la formación socialista explican que González y Guerra expresaron "opiniones contrarias" a la amnistía y dirigieron críticas al jefe del Ejecutivo, pero no fueron "contra las siglas". Con este último argumento es con el que justifican que no se vayan a tomar medidas contra ellos, a diferencia de lo realizado con Nicolás Redondo, histórico dirigente del socialismo vasco que fue expulsado de la formación hace una semana. Entonces, el partido aseguró que el hijo sindicalista Nicolás Redondo había mostrado un "reiterado menosprecio" al PSOE. Lo de Guerra y González "no es tan grave", insisten. 

Felipe González y Alfonso Guerra coincidieron ayer en la presentación del libro que protagoniza el exvicepresidente y que se titula La rosa y las espinas. En el Ateneo de Madrid aseguraron que la amnistía "no es constitucional" y la calificaron como una "humillación" y un "chantaje". Además, también apostaron por un pacto entre el PSOE y el PP o, incluso, un cambio de sistema electoral para impedir que la gobernabilidad dependa de los "nacionalismos".

La falta de sanción o medidas no significa que no haya críticas dentro del partido contra ambos. En público y en privado. "Desleales son los que no respetan las mayorías del partido", ha lanzado este miércoles Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. También ha hablado su predecesor, el exministro José Luis Ábalos, que ha declarado que la opinión "está muy bien", pero que "hay que saber cuándo conviene expresarla, en qué marco y a quién sirve". 

"Yo siempre respeto a nuestros padres fundadores, aunque no esté de acuerdo con ellos", ha dicho, por su parte, Adriana Lastra, exportavoz y ex vicesecretaria general del partido, a cuyas palabras se sumó también Miquel Iceta, ministro de Cultura en funciones, que calificó como "antiguas" las críticas de ambos exdirigentes. 

En privado, fuentes de la dirección federal ironizaban con el hecho de que hablen ahora, pero no en la última campaña electoral. En la misma, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero fue quien llevó el peso, a diferencia de González, que también se acordó de él en el Ateneo. "Hice campaña por Zapatero... No sé si me arrepiento", apuntó. "Me alegro que hayan recuperado la voz, que parece que en campaña la perdieron", reflexiona un alto cargo del partido.

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