Solo uno de cada 10 barceloneses dice haber dejado de usar el coche tras la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones

Un cartel señaliza la ZBE de Barcelona.
Un cartel señaliza la ZBE de Barcelona.
ACN
Un cartel señaliza la ZBE de Barcelona.

Únicamente un 10,5% de los barceloneses, uno de cada 10, afirma haber dejado de circular en coche tras la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Así lo señala un estudio que ha presentado este miércoles el Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), que refleja que, de estos, un 82% utiliza el transporte público, un 12% se ha pasado a la moto y un 6% se desplaza a pie, en bici o patinete.

El informe, para el que se han realizado 1.006 encuestas a habitantes de Barcelona y su área metropolitana, muestra, además, que un 2,5% de las personas a las que se ha consultado que antes no usaba el coche, dice sí hacerlo ahora. También apunta que el 75% de los encuestados asegura no haber cambiado sus hábitos de movilidad desde la entrada en vigor de la ZBE.

Un funcionamiento "muy difícil de entender"

Refleja, asimismo, que nueve de cada 10 creen que su funcionamiento "es muy difícil de entender" y que cuatro de cada 10 suspenden su gestión, aunque el 51% de los ciudadanos está a favor de su implantación. Ante estos datos, el director del Área de Movilidad del RACC, Cristian Bardají, ha afirmado que la ZBE “necesita mejorar” y que la normativa vigente no es bastante clara. Sin embargo, ha señalado que es “importante” tener en cuenta la aceptación social de la medida.

De las personas que se han pasado del coche al transporte público, el 42% lo ha hecho, según la encuesta, porque a su vehículo no le correspondía ninguna etiqueta de la DGT, y el 58%, porque ya se planteaba cambiar antes de la ZBE, que se puso en marcha en 2020. 

Afirman que moverse en transporte público es peor

La mitad de los nuevos usuarios de transporte público lamenta, no obstante, que sus desplazamientos habituales han empeorado. Un 50% sostiene que son más lentos; un 31%, más complicados; un 13%, más incómodos y un 6%, más cansados. Solo el 29% apunta que sus trayectos han mejorado, aunque siete de cada 10 aprueban la red de transporte público.

El estudio señala, por otro lado, que el 64% de los que han desguazado su vehículo no conoce la T-Verde, la tarjeta que proporciona desplazamientos gratuitos en transporte público durante tres años como recompensa.

Un 16% de quienes se desplazan en coche o moto, según el informe, ha adquirido un vehículo nuevo a causa de la puesta en marcha de la ZBE. Sin embargo, solo el 4% ha comprado uno 100% eléctrico, eléctrico hídrido enchufable con 40 kilómetros de autonomía o de pila de combustible. Un 7% ha adquirido un vehículo de etiqueta B (amarilla).

La edad media del parque continúa superando los 10 años, según el informe. En 2021, era de 11,7 años, un 0,2% más que en 2019 (11,5). En el reparto de vehículos según su distintivo ambiental, se observan "ligeros" cambios entre 2019 y 2021: los de etiqueta C, 0 y ECO se han incrementado, y los de etiqueta amarilla y sin distintivo han disminuido un 2% y un 6% respectivamente.

Preguntados por si creen que es necesario aumentar la restricción de los vehículos con etiqueta B en la ZBE, el 55% de los encuestados contesta que no, y cuando se les consulta si verían positivo aplicar un peaje urbano, el 68% se muestra en contra de esta medida.

Por otro lado, el 64% suspende la red de recarga eléctrica de la ZBE, pues asegura que la ve “insuficiente”. En cambio, un 72% aprueba la red ciclista urbana y un 64%, la metropolitana. 

Desde el RACC han recomendado impulsar una regulación igualitaria de las ZBE en municipios próximos, así como una 'app' que facilite el registro del vehículo y la autorización diaria para circular por la zona. También han aconsejado fomentar la comparación de datos diarios para que el sistema de control sea más ágil.

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