El INE revisa al alza el PIB de los dos últimos años y adelanta la recuperación económica a 2022

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante la reunión del Ecofin en Santiago de Compostela.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante la reunión del Ecofin en Santiago de Compostela.
ÁLVARO BALLESTEROS / EP
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante la reunión del Ecofin en Santiago de Compostela.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado al alza este lunes el dato de PIB de los dos últimos años. Así, la economía española avanzó un 6,4% en 2021 —nueve décimas más de lo que se creía hasta ahora— y un 5,8% el año pasado —tres décimas más que lo que se pensaba—. También se ha introducido una leve modificación en el dato de 2020, año en que el PIB cayó un 11,2% y no un 11,3%, como se creía. 

Los nuevos datos cambian el relato sobre la recuperación económica tras la pandemia que, con esta nueva información, se habría cerrado ya en 2022 y no en el primer trimestre de este año, como apuntaban las cifras anteriores. En total, la revisión del INE ha aumentado el nivel de PIB de 2022 un 1,5% respecto al registro anterior (en bruto, unos 20.000 millones de euros más de riqueza) una actualización que reduce parte de la brecha que existía en la recuperación española respecto al resto de países de la eurozona.

Sin embargo, pese a que las diferencias con los países vecinos se han reducido notablemente, los nuevos datos que trae el INE siguen situando a España como el país de la UE con menor nivel de PIB en 2022 en comparación con el que tenía en 2019, último año prepandémico. La revisión ha sido importante en comparación con los precedentes históricos, pero ha quedado lejos de lo que esperaban algunos analistas que vaticinaban un repunte todavía mayor.

Para el Ministerio de Asuntos Económicos, que capitanea la vicepresidenta Nadia Calviño, los nuevos datos "rubrican lo adecuado de la respuesta de política económica aplicada durante estos años, así como la eficacia de las medidas adoptadas". Desde el departamento de Asuntos Económicos agregan que el dinamismo de la economía se mantendrá también durante 2023 y permitirá que España sea el país, dentro de las grandes economías del euro, que más crezca en este ejercicio. 

La revisión que se ha dado a conocer esta mañana forma parte del calendario rutinario de actualizaciones del PIB que el INE acomete periódicamente a medida que va obteniendo información nueva y más precisa sobre los años en cuestión. En este caso, los cambios afectan sobre todo al consumo privado, que se recuperó con más vigor tanto en 2021 como en 2022 de lo que se pensaba hasta la fecha. Los salarios también crecieron con más fuerza en 2022 de la que se había estimado previamente.

En ejercicios anteriores, la revisión de los datos de crecimiento había traído pocos cambios. Sin embargo, los años inmediatamente posteriores a la pandemia han resultado especialmente difíciles de medir por las interferencias que introdujo el covid. De ahí, que el INE haya acometido revisiones más bruscas de lo habitual. Algunas especialmente sonadas, como la que se produjo en septiembre de hace dos años, que rebajó en casi dos puntos el avance del PIB anunciado para el segundo trimestre.

El propio instituto estadístico señala en la nota de prensa en la que ha difundido los nuevos datos que la revisión "no es singular en el caso de España, sino que se ha podido observar en otros países de nuestro entorno que ya han publicado cifras revisadas para 2021". Entre ellos, el INE cita a Países Bajos, que ha revisado al alza 1,3 puntos su dato de 2021, el Reino unido (1,1 puntos) o Alemania (seis décimas). Mientras que Francia lo ha rebajado cuatro décimas.

Consecuencias: menos déficit y deuda

Los nuevos datos del PIB tendrán un efecto directo sobre otros indicadores. Y es que, en macroeconomía, buena parte de las variables de uso más frecuente se miden en comparación con el PIB, que actúa como denominador. El déficit, la deuda, la presión fiscal... son solo algunos de ellos. 

Por ejemplo, la revisión al alza del PIB provocará que los datos de déficit y deuda pública sean algo más bajos de lo que se creía. Así, la diferencia entre ingresos y gastos de las administraciones públicas españolas en 2022 fue realmente del 4,7% del PIB y no del 4,8%, como se había estimado previamente. En el caso de la deuda, la ratio sobre el PIB se reduce del 113,2% hasta un 111,6%, casi dos puntos de diferencia que sitúan a España en una posición ligeramente más favorable para afrontar los ajustes que exigirá la vuelta de las reglas fiscales europeas en 2024.

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