No se sabe quién está detrás del gigantesco ramo que recibió ayer Paloma Cuevas en su domicilio de Madrid. Pero todo apunta a Luis Miguel, su novio, y de quien se acaba de separar (geográficamente) tras un intenso verano de giras y de amor. Él se ha quedado en México y ella ha regresado a España para el inicio del curso escolar, junto a sus hijas Paloma y Bianca Ponce, fruto de su matrimonio con el diestro Enrique Ponce.

Paloma cumplió ayer 51 años, como ella misma se encargó de festejar a través de un emotiva carta en su Instagram, donde daba las gracias por la vida e insiste en que la felicidad se forja en las dificultades.

Un día después, una camioneta llegaba a la puerta de su piso madrileño de donde tres operarios bajaban un impresionante ramo de rosas rojas. 500 para ser exactos. El precio del gigantesco bouquet se estima en unos 3.000 euros.

Los empleados de la floristería debieron reacomodar las flores, dado que algunas se habían salido y era preciso ponerlas de nuevo en su sitio. Además requirieron de seis manos para envolverlas convenientemente antes de introducirlas en el portal.

CEDIDA

Ese, el instante en que uno de los empleados entraba en el portal, fue de 'alto riesgo', porque el ramo no cabía por la puerta. Es de suponer que meterlo en el ascensor tampoco debió ser fácil para el señor.

Todos los indicios de este generoso obsequio apuntan a Luis Miguel, por las muestras de afecto que le ha prodigado a Paloma y porque cuando murió Juan Gabriel, el cantante mexicano, en 2016, envió a su capilla ardiente 500 rosas blancas, aquellas, en forma de corona.