Dermatitis y heridas, entre los problemas más comunes que pueden tener nuestros perros en sus almohadillas

Hay que cuidar las almohadillas de los perros para que no se resientan.
Hay que cuidar las almohadillas de los perros para que no se resientan.
LUM3N / PIXABAY
Hay que cuidar las almohadillas de los perros para que no se resientan.

De la misma forma que nosotros debemos cuidar de nuestros pies, nuestros perros necesitan que cuidemos de sus patas, más concretamente de sus almohadillas, las cuales pueden ser foco de infecciones, heridas y otros problemas, estando expuestas a todo tipo de terrenos (asfalto, tierra, arena...).

Las también llamadas plantares, son una parte fundamental en el cuerpo de nuestros perros formadas por una parte de tejido graso recubierto por una piel gruesa y una capa de queratina, lo que les proporciona a nuestros peludos la amortiguación necesaria a la hora de caminar sobre diferentes terrenos y también aislar sus patas de temperaturas extremas.

No obstante, las almohadillas de nuestros perros no son inquebrantables y pueden también sufrir patologías como heridas, quemaduras (si las temperaturas son muy altas) o albergar infecciones si no cuidamos adecuadamente de ellas.

Por este motivo, es importante que, como tutores responsables conozcamos las patologías más comunes que nuestros perros pueden sufrir en los plantares para ser capaz de identificarlas y ponerle remedio antes de que el problema se vuelva aún mayor.

Los problemas más comunes de sus almohadillas

Entre los posibles problemas de salud que pueden sufrir nuestros perros en sus almohadillas, las quemaduras, los cortes y las erosiones son algunas de las más comunes y se producen normalmente por agentes externos, como las altas temperaturas del suelo, entre otros.

Aunque los plantares están preparados para resistir el roce contra el suelo, pueden verse dañadas si éste se encuentra a temperaturas muy altas o muy bajas, produciendo quemaduras a nuestro peludo. De hecho, veterinarios y expertos en bienestar canino siempre recomiendan, en épocas de especial calor que apliquemos la regla de los cinco segundos, para evitar quemaduras en las almohadillas de nuestros perros.

Esta consiste en apoyar el reverso de la palma de la mano en el suelo y aguantar cinco segundos. Si somos capaces de aguantar, quiere decir que nuestros perros también lo harán pero, si no, deberíamos evitar que nuestro perro pise una superficie tan caliente, ya que podría quemarse.

Disfruta de los paseos con tu perro.
Un perro paseando junto a su tutora.
Freepik

Por supuesto, durante los paseos, nuestros perros pueden sufrir cortes o heridas si apoyan sus almohadillas en el sitio equivocado (sobre cristales o clavos, por ejemplo). Estos pueden clavarse en los plantares de nuestros peludos y provocarle dolorosas heridas.

Las almohadillas también pueden verse erosionadas o aparecer úlceras si solemos pasear por terrenos como el cemento, el asfalto o la arena de la playa, que puede resultar abrasivo y provocar heridas a nuestro can.

Ante esta situaciones, lo recomendable es que, tras cada paseo, revisemos las patitas de nuestros perros, especialmente si notamos que éstos evitan apoyar alguna de sus patitas o muestras algún síntoma de dolor en las mismas.

Esta revisión tras los paseos nos ayudará a encontrar cualquier tipo de problema y, además, en ciertas épocas del año (como la primavera), prevenir las visitas al veterinario por culpa, entre otros, de las peligrosas espigas. 

Estas vainas con forma de flecha se pueden clavar en cualquier parte del cuerpo de nuestro peludo pero, sus almohadillas están especialmente expuestas, pudiendo llegar a formarse úlceras e infecciones si no las localizamos a tiempo.

Otro de los problemas comunes que pueden afectar a las almohadillas de nuestros perros es la dermatitis, que normalmente está causada por alguna reacción alérgica, al entrar la piel en contacto con el alérgeno ambiental (que podría ser el césped, alguna flor o tipo de planta, entre otros), aunque también puede ocurrir por utilizar algunos productos de limpieza dentro del hogar.

Ante estos peligros y situaciones, es recomendable estar siempre pendiente de cualquier cambio que se produzca en nuestro peludo, especialmente si identificamos algún síntoma de dolor o vemos algo diferente en sus almohadillas, y acudir al veterinario ante cualquier duda.

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