Sánchez lanza otro guiño a Junts y ERC para que apoyen su investidura: "Es hora de dejar realmente atrás la fractura de 2017"

Europa Press
Declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha dicho que el "progreso y la convivencia" van a ser los dos ejes que justifiquen la legislatura de los próximos cuatro años.
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Mientras Yolanda Díaz volaba hacia Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont, Pedro Sánchez ha lanzado este lunes su propio guiño al independentismo catalán al señalar desde el Ateneo de Madrid que "es hora de dejar realmente atrás la fractura que vivimos en 2017". La comparecencia del presidente en funciones ha sido al mismo tiempo una defensa de la última legislatura -"la situación en Cataluña es infinitamente mejor que hace un lustro"- y una muestra de su convicción de que logrará reeditar el mandato gracias al apoyo de ERC y Junts. "El acuerdo se puede, se debe y se va a alcanzar", ha apuntado.

Aprovechando el arranque del curso político, Sánchez ha hecho su propia lectura de las elecciones del 23-J, que a su entender muestran a España como un "dique de contención" frente a las derechas reaccionarias cuyo avance parecía imparable en Europa. Pero en España, ha señalado el presidente, las derechas reaccionarias "han fracasado", con lo que el país  ha demostrado que "es posible derrotar a quienes están dispuestos a todo". 

Precisamente gracias a la "derrota" de la derecha, Sánchez ha afirmado que la próxima legislatura será la de la "convivencia y el progreso". El presidente ha elogiado las "medidas arriesgadas" y, en su opinión, en ocasiones "incomprendidas" por la sociedad que su Gobierno tomó durante los últimos años para lidiar con el independentismo catalán, que según ha dicho fueron "constitucionales" y "funcionaron". Sin mencionar directamente la amnistía (primera exigencia de Junts y ERC, que PSOE y Sumar ya están estudiando), Sánchez ha indicado que si permanece en la Moncloa seguirá la senda de los últimos cuatro años, porque a su parecer ha mostrado buenos resultados. 

Según ha reprochado, Vox y el PP han tratado de convencer a los españoles de que "los acuerdos son símbolo de debilidad y chantajes", pero el presidente en funciones ha defendido que sus pactos son "una parte intrínseca del sistema político reconocido por la Constitución" y muestran "madurez". Esperanzado de poder reeditar estos pactos, Sánchez ha puesto en valor incluso la "altura de Estado" de sus socios a la hora de negociar: "Nos unen la justicia social, el diálogo y la pluralidad que puede suponer estabilidad". 

Sin embargo, el líder socialista no podrá reeditar su coalición hasta si no fracasa previamente Alberto Núñez Feijóo, llamado a ser investido los días 26 y 27 de septiembre. En este sentido, Sánchez ha criticado al líder del Partido Popular por "someter" a España a un "tiempo estéril", porque está más preocupado por "su posición dentro de un partido" que por los intereses de los españoles. "Feijóo debió entender que no tenía los votos el día 23 de julio", ha reprochado el presidente en funciones. 

"Todavía nos quedan 22 días de la marmota hasta la investidura fallida", ha ironizado el líder del Ejecutivo en funciones, que aspira a que Feijóo no logre formar gobierno y el rey le encargue a él un nuevo intento. De esta forma, Sánchez intentará revalidarse en La Moncloa con seis prioridades: modernizar la economía, impulsar la transición ecológica, modernizar y reforzar los servicios públicos, reactivar el ascensor social, impulsar la igualdad entre hombres y mujeres y seguir velando por la convivencia, "dejar atrás el pasado de trincheras dialécticas". 

"Hemos demostrado que cuando España no está sumida en conflictos internos podemos liderar las transiciones de nuestro tiempo", ha señalado Sánchez como remate a su comparecencia en el Ateneo. 

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