Julio comenzaba con un asesinato. El de Concha, la comerciante de Tirso de Molina que murió acuchillada a causa de un intento de robo. Era solo el primero de los sucesos de los que Madrid ha sido escenario este verano. Riñas tumultuarias, ajustes de cuentas entre bandas juveniles y reyertas. Son los tres supuestos que más se han registrado estos dos últimos meses, según fuentes de la Policía Nacional. 

Ante este repunte de delitos, tanto el Ayuntamiento como los sindicatos de la Policía Nacional reclaman más agentes en las calles. Los primeros piden 1.000 efectivos más de la Policía Municipal. Los segundos no dan una cifra concreta de cuántos serían necesarios, pero aseguran que "solo" en el último concurso perdieron 1.200 agentes. "Cada vez existe un déficit mayor de personal", explica Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Para tratar este asunto se han reunido el delegado del Gobierno en la capital, Francisco Martín, y el jefe de Policía Nacional de Madrid, Manuel Soto. Aunque el contenido y las conclusiones del encuentro no han trascendido por motivos de "seguridad", el objetivo era "evaluar los datos del primer semestre del año" y "analizar las perspectivas para el segundo semestre".

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Un verano marcado en negro

El verano es una época en la que la delincuencia suele aumentar respecto a otros momentos del año, según comentan desde el SUP. No obstante, apuntan a que el incremento esta vez ha sido mayor. Achacan la situación a la falta de personal y medios. "Si hubiese más agentes en las calles, habría muchas más posibilidades de coger a quienes cometen un delito y serviría como medida disuasoria", explica Jacobo Rodríguez. "También si contásemos con más seguridad jurídica y mejores medios", añade.

Cree que también sería necesario mejorar los mecanismos "para evitar reincidencias" de estos delincuentes, ya que critica que "muchas veces falta contundencia en las penas que se les imponen". Bajo su punto de vista, el sistema y los mecanismos actuales "no sirven para garantizar que no vuelvan a cometer delitos".

Una mujer de 35 años herida por una agresión de arma blanca en Usera, disparos a quemarropa entre bandas en Ciudad Lineal, tiros entre clanes en Carabanchel... Son algunos de los casos que la capital escenificó a principios de julio. Sin embargo, agosto ha sido el mes en el que se ha registrado el mayor número de delitos. Una riña tumultuaria a las puertas de una discoteca en Marqués de Vadillo, siete acuchillados en menos de una semana o varios detenidos en Villaverde por una pelea entre familias y traficantes son ejemplo de ello.

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Y aunque se han registrado casos de criminalidad por toda la capital, los grupos juveniles han tenido un mayor impacto "en los distritos del sur": Puente de Vallecas, Usera, Carabanchel y Villaverde. "Es cierto que en el centro de Madrid siempre va a haber sucesos, pero las bandas están más afincadas en estas zonas", explica Jacobo Rodríguez. "Han marcado varias plazas y parques de esas zonas como su territorio", continúa. Por ello, considera que para poder acabar con este problema sería necesario "reforzar" el cuerpo de la Policía Nacional, que es la encargada de la seguridad ciudadana, para poder "vigilar más exhaustivamente" estos puntos. Añade también que otro de los puntos a mejorar es "la colaboración entre administraciones".

Reclamaciones municipales

Mil agentes más de Policía Municipal. Es la petición que lleva haciendo el Ayuntamiento en las últimas semanas como consecuencia del repunte de reyertas y riñas tumultuarias en los últimos meses. Pero no es nueva. Es una reclamación que ya han lanzado al Gobierno central desde Cibeles en otras ocasiones.

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Piden cambiar la tasa de reposición para, así, poder contratar más efectivos policiales para "erradicar por completo" las bandas juveniles. Y es que este se ha convertido en un problema de mayor envergadura debido a que las armas blancas han adquirido mayor cotidianidad.  "Son cada vez más habituales en los enfrentamientos entre bandas juveniles", comenta Domingo Medina, secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC). "Antes había más peleas de puñetazos, pero ahora las bandas están mucho más organizadas y casi siempre van armados", añade.

Por este motivo, desde el Consistorio se muestran "preocupados". "Nosotros vamos a seguir haciendo todo lo que esté en nuestra mano para poder ayudar, pero la competencia es suya— de la Delegación del Gobierno", aseguraba la vicealcaldesa y delegada municipal del área de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz.