Un asesinato en Tirso de Molina, una reyerta multitudinaria en Marqués de Vadillo, un ataque con un bolígrafo pistola, seis apuñalamientos en una semana... Son numerosos los sucesos en los que la capital está siendo escenario este verano, siguiendo así el repunte de criminalidad registrado durante el primer trimestre de este año. Este hecho ha derivado en un nuevo rifirrafe entre el Ayuntamiento y el Gobierno central, a quienes reprochan su falta de apoyo para acabar con esta situación.

Los últimos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, referentes al primer trimestre de este año, reflejan que la Comunidad ha sufrido un incremento del 1% en lo referente a los delitos penales. Se trata de una cifra que aumenta si se extrapola a la capital, donde asciende al 4,8%. Y es que entre enero y marzo, se han producido un total de 63.150 infracciones, frente a las 60.816 del mismo periodo hace un año.

Frente a estos datos, la vicealcaldesa y delegada del área de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, ha reconocido que "en las últimas semanas se han producido hechos delictivos especialmente graves", lo que ha provocado que en el Consistorio mantengan una actitud "preocupada". Sin embargo, considera que para reducir estos sucesos sería necesario incrementar el cuerpo de la Policía Nacional, que depende del Gobierno central. Cifra en 1.000 agentes los que harían falta para solventar el problema.

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"Desde el Ayuntamiento estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para que la Policía esté lo mejor dotada posible para atender todas estas situaciones", ha indicado. Sin embargo, ha apuntado que en materia de seguridad ciudadana es la Policía Nacional— dependiente de la Delegación del Gobierno— la que debe actuar. "Nosotros vamos a seguir haciendo todo lo que esté en nuestra mano para poder ayudar, pero la competencia es suya", ha expuesto. "Lo que pedimos, para poder ayudarles mejor, es que nos permitan contratar el número de policías que la ciudad necesita", ha añadido. "Es urgente", ha concluido Sanz.

Más agresiones sexuales, reyertas, tráfico de drogas...

En el desglose de los delitos se pueden ver 4 homicidios dolosos y asesinatos consumados, 18 homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, 391 delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, 2 delitos de secuestro y 382 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, de los que 99 son delitos de agresión sexual con penetración y el resto (283) delitos diversos contra la libertad e indemnidad sexual.

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Además, en la capital se han producido 2.271 robos con violencia e intimidación, 1.686 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. De estos últimos, 1.011 corresponden a robos con fuerza en domicilios. También se han registrado 23.504 hurtos, 1.078 sustracciones de vehículos y 600 delitos por tráfico de drogas. A todos estos datos hay que añadir que el Ministerio del Interior ha contabilizado también un total de 24.010 que ha clasificado bajo la tipología de otras infracciones penales.

El índice de criminalidad se ha incrementado un 3,8% en Madrid. En el balance realizado por el Ministerio del Interior se pone de manifiesto que el aumento se ha producido sobre todo en homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, con un 38,5% más, y los delitos contra la libertad sexual, con un 18,6% más.

No obstante, no todos los delitos se han incrementado. Los homicidios dolosos y asesinatos consumados, los robos con fuerza en domicilios y la sustracción de vehículos han registrado un descenso del 33,3%, 11,6% y 9,6% respectivamente.

De Tirso de Molina a Marqués de Vadillo

Uno de los crímenes más sonados este verano en Madrid fue el asesinato de Concha, la comerciante de Tirso de Molina que fue acuchillada a principios de julio por un hombre. Este apuñalamiento, provocado por su resistencia a entregar el dinero que había guardado en la caja registradora de su tienda, acabó provocando su muerte. El suceso conmocionó a los vecinos del barrio y otros vendedores de la plaza.

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Hay más delitos que han provocado revuelo en la capital, uno de ellos reciente: el ataque de un hombre a otro con un bolígrafo pistola en un restaurante de Usera. No llegó a disparar el arma, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional, pero le provocó una herida en la cabeza por la que tuvo que ser ingresado en el hospital Doce de Octubre. 

Los seis apuñalamientos en menos de una semana también dejaron un sentimiento de inquietud entre los madrileños. Cuatro Caminos, Puente de Vallecas, Arganzuela y la plaza del Dos de Mayo se convirtieron en el escenario de una reyerta, una pelea entre bandas juveniles y un ataque en un restaurante.

Marqués de Vadillo tampoco se ha salvado de la criminalidad este verano. Y es que hace apenas una semana, una pelea por celos acabó dejando once heridos, de los que nueve fueron trasladados a centros hospitalarios. Botellas de cristal y armas blancas fueron los utensilios que utilizaron para esta riña tumultuaria.