La guerra son momentos. Va de acelerones y frenazos y ahora la invasión rusa de Ucrania parece estar en uno de los primeros. Tanto es así que las dos partes están cien por cien implicadas en nuevos choques relevantes: Moscú ha denunciado este miércoles ataques "masivos" con drones por parte de Kiev cerca de la frontera y al mismo tiempo en la capital ucraniana se han sumado al menos dos muertos en la mayor ofensiva desde primavera por parte de las tropas del Kremlin. Eso sí, los fallecidos, al parecer, han llegado por culpa de los restos de un misil ruso derribado por las defensas aéreas.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado que a lo largo de la noche del martes se produjo del derribo de al menos otros seis drones ucranianos en las regiones de Briansk, Oriol, Riazán y Kaluga. Las defensas aéreas rusas han frustrado los intentos "del régimen de Kiev" de realizar "ataques terroristas" con vehículos aéreos no tripulados "contra instalaciones de la Federación Rusa", ha indicado el ministerio. Según reza un comunicado de la cartera ministerial, durante la medianoche han derribado tres drones sobre la región de Briansk, mientras que un cuarto ha sido destruido sobre la región de Oriol. Tras esto, las defensas han destruido un quinto dron kamikaze sobre la región de Kaluga, cercana a la región de Moscú. Ya entrada del todo la madrugada, han interceptado el sexto dron, esta vez sobre Riazán.
En Donetsk, este miércoles el jefe de esta autoproclamada República Popular, Denis Pushilin, ha afirmado que "un hombre ha muerto y trece han resultado heridos" tras un bombardeo ucraniano en la región ocupada por Rusia.
En las últimas semanas, las autoridades rusas han informado de numerosos ataques, incluyendo diversos derribos de drones en varias provincias, lo que supone un aumento de las incursiones de este tipo de vehículos, especialmente en la zona fronteriza. La mayoría de estos drones son abatidos por sistemas de defensa antiaérea, si bien los fragmentos pueden provocar heridos o daños materiales tras caer a tierra.
Por otro lado, Ucrania no se da por vencida y aunque su contraofensiva no va al ritmo esperado, las fuerzas de Volodimir Zelenski quieren recuperarle el pulso una vez que el verano va quedando atrás. Así, tras anunciar la liberación total de la población de Robotine, en el frente de Zaporiyia, las fuerzas ucranianas siguen atacando en dirección a la zona de Verbove, a menos de veinte kilómetros al este de la localidad recién recuperada, según informó el propio Ejército. "En la zona Novodanilivka-Verbove hemos tenidos éxitos, afianzamos las posiciones conseguidas", expresó el portavoz del Estado Mayor ucraniano, Andrí Kovalov.
El de Robotine, de hecho, es considerado un avance clave para las aspiraciones de Kiev, que si bien reconoce importantes bajas, tiene claro que el curso del conflicto ha vuelto a cambiar a su favor. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksí Réznikov, asume pérdidas pero descarta la posibilidad de calificar la situación como "crítica". Además, descarta una nueva movilización de efectivos. "No necesitamos anunciar una nueva movilización para aumentar el número de soldados", sentenció.
En un discurso ante un foro de veteranos de guerra, Rénzikov reconoció que el conflicto provocará cuantiosas pérdidas humanas en la sociedad ucraniana, y abogó por aumentar la capacidad armamentística de Ucrania para reducir el número de militares muertos. El ministro calificó la guerra "de maratón" y pidió a los ucranianos empatía con los veteranos y disposición para combatir cuando sea necesario.
Más paquetes de ayudas
Ante una guerra estancada, siguen llegando los apoyos desde Occidente. Y es que Estados Unidos anunció el martes un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en 250 millones de dólares (casi 230 millones de euros) que incluye misiles de defensa AIM-9 y municiones para sistemas de lanzacohetes múltiples HIMARS. "Rusia sigue librando cada día una brutal guerra de conquista que ha matado a muchos civiles de Ucrania y ha desplazado a millones de sus gentes", aseguró en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
En este sentido, ha recordado que los ataques rusos a puertos e infraestructuras de grano "han provocado volatilidad en los precios de los alimentos y los cereales en el mercado, empeorando con ello "el hambre y la inseguridad alimentaria mundial en todo el mundo". En concreto, el nuevo paquete de asistencia para Kiev incluye artillería de 155 y 105 milímetros; equipo para la limpieza de minas; misiles antitanque Javelin, cohetes Hydra-70 y otros proyectiles antiblindaje, así como más de tres millones de cartuchos para armas pequeñas y vehículos militares medicalizados, entre otros.
En el Reino Unido, por otro lado, siguen tratando de calibrar la moral rusa y los servicios de Inteligencia de Reino Unido han afirmado este miércoles que "la elevada tasa" de condenas contra militares rusos por negarse a combatir "demuestra el mal estado de la moral" en el seno del Ejército de Putin. Así, han apuntado que dos militares rusos fueron sentenciados el 25 de agosto a dos años de cárcel por negarse a "obedecer órdenes y volver al frente", antes de recordar que el portal ruso Mediazona informó en julio de que los tribunales rusos estaban condenando a cerca de cien militares a la semana por "negarse a combatir".
La UE reorienta sus planes por Kiev
¿Y en la UE? En Bruselas se mantiene la idea de seguir apoyando a Ucrania "el tiempo que sea necesario", pero las instituciones ya miran una posible reorientación de sus planes, porque las ayudas económicas a Kiev pueden generar un importante desequilibrio en las cuentas comunitarias. Así, estos días empiezan los debates sobre el Marco Financiero Plurianual (el presupuesto a largo plazo de la UE), con la mirada puesta en aquellas partidas que pueden quedar 'tocadas' por el envío de millones hacia la causa ucraniana.
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