El pasado domingo, agentes de la Policía Nacional encontraron el cuerpo desmembrado de una mujer, en un pozo de riego agrícola de gran profundidad. El hallazgo se produjo en una zona rural de Jerez de la Frontera (Cádiz). Una vez identificado el cuerpo, se descubrió que se trataba de Buran Forouzan, una mujer de origen iraní de 64 años que llevaba dos meses desaparecida.

La víctima estaba siendo buscada desde el pasado 6 de julio, cuando fue vista por última vez en el albergue municipal donde residía, en Jerez de la Frontera. Fuentes de la investigación confirmaron que la búsqueda se emprendió después de que un familiar, que residía en la misma ciudad, denunciase su desaparición. Además, había sospechas de que hubiera desaparecido de forma "involuntaria, forzosa y con riesgo para su vida".

El pasado 1 de agosto, la Policía Nacional pidió colaboración ciudadana para su búsqueda con un mensaje en el que, junto a su foto, detallaba rasgos físicos de la mujer. La búsqueda se centró entre las localidades de El Cuervo y Jerez de la Frontera, y dieron resultado en la mañana de este domingo, cuando el cadáver fue hallado a gran profundidad, en un pozo de un paraje rural de Jerez conocido como Cortijo de la Ducha, tras lo cual fue detenido un hombre. 

Los restos del cuerpo continúan en el Instituto de Medicina Legal de Cádiz, donde fueron trasladados para su identificación y realización de las pruebas que determinen las causas y circunstancias en las que murió.  El juzgado que instruye las diligencias mantiene decretado el secreto de sumario, por lo que de momento no se conocen más detalles de la autopsia.

Este lunes se conoció que el hombre detenido es un septuagenario con el que la víctima mantenía relaciones esporádicas, informaron fuentes de la investigación. El varón tenía antecedentes por hechos similares por los que cumplió 15 años de prisión y, tras su detención, ha confesado el crimen a la Policía. Como consecuencia, este miércoles pasará a disposición judicial, según fuentes cercanas al caso.