¿Qué fue de cenicienta y su príncipe tras la boda? ¿Y de Rapúncel, y Flynn, su amado al rescate? Probablemente todos acabaron dándose carpetazo a tiempo y con suerte, ninguno de ellos tuvo que luchar por la custodia de los niños ni de los gatos. O al menos, eso sugiere la ciencia.

La clave, según los expertos, está en la selección natural. Así, el amor romántico es un universal cultural resultado de la adaptación del sentimiento de enamoramiento del ser humano para la propia supervivencia. En otras palabras, el enamoramiento es un mecanismo químico diseñado para iniciar una relación y mantener el vínculo de pareja, al menos, durante los cuatro primeros años de vida del hijo, que es cuando se encuentra indefenso. 

Monogamia y amor romántico para sobrevivir

Entre quienes sustentan esta teoría sobre el amor romántico se encuentra Helen Fisher, antropóloga biológica que ha estudiado el amor romántico desde un punto de vista científico durante aproximadamente 30 años.

En una entrevista con Elmundo.es hace más de dos décadas, Helen Fisher ya afirmaba que "amamos porque, hace millones de años, nuestros antepasados necesitaban este flujo cerebral, estos impulsos y sentimientos para dirigir su cortejo, apareamiento, reproducción y paternidad. El impulso del amor está profundamente imbricado en el cerebro humano. Por lo tanto, el amor es una necesidad fisiológica, un instinto animal y también el resultado de un flujo químico en el cerebro".

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A lo largo de su carrera, Fisher ha estudiado y demostrado en numerosas ocasiones que el enamoramiento no se trata de una emoción, sino de un impulso fisiológico. Es decir, una necesidad humana. 

EN 1994 publicaba un trabajo en The Journal of NIH Research en el que explicaba cómo la naturaleza humana adaptó esta emoción para sobrevivir y cómo la unión de los padres, aunque fuera por tiempo limitado, servía para garantizar la supervivencia del hijo ya en nuestros antepasados, los homínidos.  

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Además, la autora explica que en la actualidad, la monogamia es sucesiva, es decir, tenemos parejas sucesivas con las que estamos durante ese periodo de dos a cuatro años.

Otros expertos plantean una teoría aun más polémica: la monogamia ha sido una de las claves del triunfo histórico de occidente sobre otras civilizaciones. Así lo explica Joseph Heinrich, presidente del departamento de Biología Evolutiva Humana de la Universidad de Harvard. 

¿Fecha de caducidad si o no?

En el tema del amor hay dos ingredientes clave que nada tienen que ver con la apariencia del otro. O casi nada. Se trata de la oxitocina y vasopresina, dos hormonas que generan una sensación placentera y gratificante cuando se liberan en la fase inicial del enamoramiento.

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Lo explica José Antonio Hinojosa, profesor de Psicología Experimental y Procesos Cognitivos en la Universidad Complutense de Madrid: "Con el tiempo, también se da una disminución en la secreción de estas hormonas, así, el enganche va bajando", concede Hinojosa.