El precio del aceite continúa su imparable ascenso, situándose ya en el umbral de los ocho euros y medio por litro. Esto significa que el precio del 'oro líquido' es ya un 30-35% más alto que hace justo un año. En un contexto de inflación y de crisis económica, con el consiguiente encarecimiento del precio de la vida, podemos pensar que el aceite de oliva ha incrementado su precio por la especulación de la cadena alimentaria. Sin embargo, esto no puede estar más lejos de la realidad. 

Así lo ha contado el economista Gonzalo Bernardo en el programa 'Más Vale Tarde' de La Sexta, donde ha afirmado que el incremento del precio del aceite no se debe a la especulación, sino a varios años consecutivos de malas cosechas.  "Aunque alguno se piense que algún productor de aceite de oliva se está forrando, esto no es verdad, porque la realidad es que le va muy mal", ha señalado Bernardos.

El calor y la sequía, claves para una situación crítica

El profesor de Economía ha apuntado que España es uno de los principales exportadores del mundo de aceite de oliva, llegando al 70% de la producción europea y un 45% de la producción mundial. Sin embargo, el "excesivo calor y la falta de agua". Esto ha provocado una subida en el precio para paliar los costes y la mala cosecha, algo que también perjudica a los productores: "Cuando sube mucho su precio, los compradores lo sustituyen por otros tipos de aceites".

La situación, de hecho, podría ir a más con la cosecha de este año: "Mientras no haya una cosecha mejor, que este año también va a ser floja, no vamos a ver al precio del aceite de oliva ir para abajo", según cuenta Bernardos. Una crisis que ya se prolonga varios años y un futuro incierto para una industria de gran importancia en la economía española.